Todo esta perfectamente bien

19 4 1
                                    

❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆

Holis Holis Holis mis queridas lectoras *-* lamento no haber actualizado, pero he estado realmente muy muy muy MUY ocupada, el liceo no me quiere dejar escribir, además no podía terminar el capitulo porque no se me ocurría como hacerlo, bueno, en fin les dejo leer el capitulo...

Gracias por leer *-*

❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆

Capítulo #9

{Narra Camille}

Caminamos en silencio, el frío ya empezaba a llenar el ambiente, y lo hacía con una increíble rapidez, Ashton y yo volvíamos en nuestros pasos hacia su casa, sin apresurarnos, tomando nos nuestro tiempo para poner un pie delante de otro, el ambiente fue cambiando, lo cálido de la tarde estaba desapareciendo dando pasó a un ambiente más fresco, más frió, mientras caminábamos una brisa -realmente fría- soplo entre Ashton y yo, él se estremeció un poco por la brisa, y yo sonreí porque se apego más a mí y -extrañamente- me agradó, yo, en cambio, me sentí realmente bien mientras el viento se llevaba con el gran parte de mi calor corporal, y sonreí aun más por eso, yo soy de esas que ama el frio, me siento más cómoda cuando hace frío, mientras a las demás personas les encantaba Miami por los días de sol, a mi me encanta por las noches heladas frente al mar en ciertas épocas de año, un día de invierno la temperatura llego a los 0º y yo pase cada segundo que pude en el agua, me bañe en la tina, y cuando salí fui directo a la playa, que por cierto, estaba completamente desierta, y casi mato a Tyler de un susto porque cuando entré a la casa pensó que moriría de hipotermia, ¿Es eso muy extraño? Cuando llegamos Ashton abrió la puerta y la dejo abierta para que pasara, le sonreí, agradeciéndole con la sonrisa, él entro justo detrás de mí, cerrando la puerta detrás de sí, me quede quieta, observando la sala de estar de Ashton, quedamos de frente a la pared turquesa y el televisor, gire un poco mi cabeza y pude ver las pinturas que adornaban las paredes enmarcados en marcos gruesos y negros, en combinación con los muebles, los cuadros eran una especie de pintura abstracta con fondo negro, con manchas en blanco, plateado, turquesa, azul cielo y azul eléctrico.

— ¿Camille? ¿Quieres algo de tomar o algo?— Me pregunto Ashton, sacándome de mis pensamientos, negué con la cabeza y suspire, algo cansada.

—No, ya más bien te he molestado demasiado, debo irme Ash. — Dije, y me gire para encontrar la mirada de Ashton, que me miraba algo... ¿Triste?

—Y ¿A dónde iras?— Pregunto, mirándome a los ojos, sus ojos estaban tristes, realmente era tristeza, pero ¿Por mi? No lo creo, de verdad no creo que sea por mí, me acerque a él y le abrace, lo cual, de nuevo, es extrañísimo, porque si bien no me gustan los extraños, o las personas que recién acabo de conocer y me toma una eternidad tomarles confianza, es casi inaudito que lo esté abrazando, así, como si fuéramos amigos de toda la vida, pero fue impulsivo, y lo hice antes de pensarlo, y no me arrepiento, no quiero verle triste y tampoco quiero irme y dejarle triste, él correspondió el abrazo.

—Te prometo que estaré bien, y que iré a casa— Le dije, y me separe, le sonreí y él me medio sonrió de vuelta y asintió.

—Al menos me darás tu numero de celular— Preguntó, más animado y le sonreí, el sacó su celular del bolsillo de su jean y le dicte los siete números. —Bien, al menos se que te volveré a ver— Dijo, y suspiro, yo miré hacia la puerta, luego mire a Ashton, hablándole con mis ojos, y diciéndole que ya era hora de irme, él asintió algo triste, pero me sonrió y empezamos a caminar hasta la puerta, parados frente a la puerta, justo antes de abrirla, Ashton con un movimiento rápido giro y me tomó por la cintura y me apego a él, así, sin más, sin rodeos, y en medio parpadeo, nuestras narices se rosaban, y sus carnosos labios, Ashton se iba acercando a mis labios muy lentamente, y me quede ahí, viendo como humedecía sus labios, Ashton se detuvo justo cuando sus labios estaban a unos pocos centímetros de los míos y sonrió ampliamente dejándome ver sus hoyuelos y mordió su labio, sonreí tímidamente, nuestros alientos se mezclaban y puedo jurar que la palabra perfección se definía mientras veía sus ojos y por un momento olvide respirar.

No lo hagas.

Mi cuerpo se tenso al instante, escuche que hablaron, pero la voz, esa voz tan grave y tan dulce a la vez, pero muy masculina, esa era la voz de Tyler, era imposible, pero esa era su voz y mire hacia donde había oído la voz, y él estaba ahí, sus ojos azules, su espalda ancha, él me miraba expectante, esperando a ver qué pensaba hacer.

Camille, por favor, no te hagas esto, aléjate de él y ven conmigo.

Volvió a susurrar, al parecer solo a mis pensamientos porque Ashton no pareció darse cuenta, solo frunció el ceño al ver mi cambio de actitud.

Camille, vamos a casa, por favor.

— ¿Camille?— Ashton acariciaba mis brazos, y me miraba confundido.

—Yo...yo...— Mire a Ashton y luego a Tyler, Tyler me miro con dolor, no sé por qué, pero me recordó a la cosa que había atacado a Ashton.

Cami, por favor, vayámonos, ahora.

Tyler sonó completamente desesperado, y dio dos pasos hacia mí, algo en el ambiente cambio, algo andaba mal, algo no iba bien, de pronto me sentí asustada, de pronto sentí que estar en casa de Ashton, con Ashton me asustaba, de pronto quería salir de ahí corriendo.

—Ashton, lo siento, yo... yo... debo irme, lo siento, de verdad, debo... yo...debo... no sé que... yo... yo... adiós.— Dije, soltándome del agarre de Ashton, sin verle a los ojos, solo abrí la puerta y empecé a caminar sin mirar atrás en ningún momento, luego empecé a caminar más rápido, en algún momento empecé a trotar, y a cuando me di cuenta estaba corriendo a todo lo que mis -cortas- piernas daban, estaba asustada, y no sé de qué demonios se supone que debo estar asustada, mis piernas empezaron a doler, pero seguí corriendo, en algún momento termine en algún lugar con muchos árboles, la brisa meneaba sus hojas y algunas ramas bajas, me detuve justo antes de dar un paso hacia los arboles.

No lo hagas. No entres ahí.

Escuche una voz, me gire a ver quien hablaba y no había nadie, me quede ahí un momento, mirando la nada, mis ojos se cristalizaron, y no sé porque, las ganas de llorar me inundaron pero no planeaba llorar, no soy de esas que lloran por qué sí y ya. Escuche que alguien reía, grueso, era un hombre, y su risa era de burla, y ahí, salió la parte de mi que generalmente su y que desde hace unas semanas no está.

— ¡Me importa una puta mierda si puedo o no puedo hacerlo! ¡Una maldita bola de viento no me dará órdenes, y menos se va a burlar de mí! Vete a joder la vida de otra persona— Grité realmente furiosa, la voz rió aun más fuerte y me molesté aun más. — ¡LÁRGATE MALDITA SEA!— Grite, mi voz se quebró y el viento empezó a soplar más fuerte, la risa se detuvo, todo se quedo en silencio.

Bien, pero no digas luego que no te lo advertí.

Habló una vez más y el viento se volvió aun más fuerte y luego, el viento empezó a soplar en varias direcciones, algunas hojas caídas de los arboles empezaron a volar en círculos, mi cabello empezó a volar en las mismas direcciones que las hojas y el viento empezó a... ¿Silbar?... ¿Sisear?... ¿Hablar?

Te lo he advertido Camille, atente a las consecuencias.

Te lo he advertido.

Te lo he advertido.

Te lo he advertido.

El viento se volvió aun peor, así que empecé a correr lejos de ahí, lejos de los arboles, lejos de la voz, lejos del viento, estaba escapando, corrí lejos de ahí, corrí y no deje de hacerlo hasta que caí al suelo porque mis piernas no podían dar un solo paso más, y cuando caí empecé a llorar, sin saber porque, pero sin detenerme, gemidos, gritos y sollozos salían de mis labios cuando querían sin importarme si alguien me oía o no, en algún momento deje de llorar, pero no intente levantarme, en algún momento empezó a llover, y no intente cubrirme de la lluvia, en algún momento, me dormí, queriendo no despertar, en algún momento, alguien me cargo y me llevo a algún lugar, en algún momento de esa noche tan desastrosa y confusa, alguien me abrazo fuerte y cariñosamente y me aseguro muchas veces que todo estaría bien, y aunque algo dentro de mi decía que las cosas no estarían bien en mucho tiempo, decidí creerle y volver a dormir, porque si todo estaba perfectamente bien podía volver a dormir sin nada que temer y sin nada de qué preocuparme.



Darkness and Light [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora