5 AM

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-Tú...-

Se miraban a los ojos mutuamente, como si algo les impidiera dejar de mirarse, era un sentimiento mágico, pareciera que nadie más estuviera a sus alrededores a pesar de ser el pasillo más concurrido en la escuela. Ninguno se atrevió a hablar hasta que el más alto lo hizo.

-Tú... estás en esta escuela...- No se dejaban de mirar, era como un pequeño déjà vu para ambos en el que se habían quedado hipnotizados por los ojos del contrario.

-Lo siento, venía pensando en varias cosas, no me di cuenta que alguien estaba en frente de mi- Messi sacaba los pañuelos que le habían dado en la cafetería y iba a limpiar el exceso de café en la camiseta de Ochoa, pero el mismo lo detuvo.

-No no, no te preocupes por esto, yo tampoco me di cuenta, no eres quien debe perdir perdón, tranqui- puso su mano en el hombro de Messi, transmitiendole confianza, el chico le agradaba y era como un alivio haberlo encontrado en su universidad, esto le causaba tanta tranquilidad, como si la vida se le hubiera resuelto, ni siquiera sabía porque se sentía así, era la primera vez y se sentía mágico.

El argentino le sonrió, ambos se brindaron una linda sonrisa.

-¿A dónde ibas? No estás perdido ¿Verdad?- Pregunto Ochoa a Messi con una mirada extrañada, pero el argentino negó con la cabeza.

-No, de hecho iba a los casilleros para dejar este abrigo, pero pensándolo bien puedo dártelo, no quiero que te resfries por mi culpa- ya se estaba quitando la mochila para darle su sudadera a el chico de rizos, era lo mínimo que podía hacer por lo que le recién le había hecho y por el favor de ayer.

-Jaja ¿Neta? No pues, que buen pedo eres- recibió la sudadera del argentino, la cuál olía a perfume caro, y por ende olía muy bien.

-No te preocupes, cuando quieras puedes regresarme la- el más bajo lo miraba con una sonrisa, normalmente no era alguien muy amable, pero con el se sentía diferente.

Solo se quedaron mirando por unos segundos, hasta que Ochoa volvió a reaccionar.

-Bueno, ya me voy. Ten un buen día, pibe- el mexicano le dió unas palmaditas en el hombro y se fue al baño para cambiarse.

Se estaba lavando las manos cuando se llevó con pequeña sorpresa, se encontró con alguien que odiaba probablemente desde la secundaria, y al escuchar su voz cerca de su oído supo que iba a joder su día con lo que sea que dijera.

-¡Memito! ¿Que haces aquí? ¿No sé supone que este es el baño de hombres?

Este hombre el cual odiaba tanto era Kevin Álvarez, le revolvía el estómago de tan solo verlo o escucharlo, y no porque le tuviera miedo o algo así, si no porque siempre le tenía bien en claro las cosas de las que no podía ser capaz.

Ochoa inahalo y exhalo con lentitud para luego darse la vuelta, quedando frente a frente con este chico.

-¿Qué nesecitas, Kevin? ¿Por qué siempre estás tan al pendiente de mi? ¿Te gusto o qué?- ambos se miraban seriamente, aunque después de escuchar la respuesta de Ochoa, Kevin soltó una pequeña risa.

-Creo que estás un poco confundido, a mí no me gustan los hombres, pero al parecer a ti si ¿O acaso me equivoco?- le arrebató de las manos la sudadera que le había dado Messi, tirandola al suelo.

Al hacer esto, Ochoa lo miró enojado, con una mirada que no estaba acostumbrado a dar, y lentamente se iba acercando a el, sus cabezas estaban básicamente pegadas, y no tardó en acorralar a Álvarez en la pared.

-¿Qué me vas a hacer eh? ¿Me vas a besar? A mí no me quieras amenazar con tus pinches gatos que siempre traes atrás de ti, tu y tus amigos me la pelan- Kevin le dió una sonrisa y una mirada cínica, el sabía muy bien que si Ochoa le hacía algo su vida se iba a joder, su papá era un político pesado, conocido por ser corrupto.

-Mejor cállate si no quieres que te pele otra cosa- odiaba tanto que se metieran con gente que quería, odiaba tanto que se metieran con sus amigos. Estaba un paso de sacar esa pequeña amiga que lo acompañaba siempre en sus bolsillos, pero alguien entro al baño, arruinando por completo su plan.

De Paul entro al baño, atónito por la escena, no sabía si estaban haciendo algo homosexual o algo un poco "peor".

-¿Que me ibas a hacer, Memito?- Kevin seguía viéndolo directamente a los ojos, con su mirada cínica, sabía que ya no le podía hacer nada, ahora menos con el chico que había entrado al baño.

Ochoa lo aventó hacía la pared, la cuál aunque ya estaba pegada a la espalda del contrario, sonó cuando lo hizo. Salió del baño enojado, azotando la puerta de este con furia, y después de unos segundos Kevin salió tambien, con su objetivo cumplido.

Rodrigo aún no sabía lo que había pasado, solo sabía que probablemente no era algo bueno, y tratando de olvidar ese momento lavo sus manos para después mojar un poco su rostro con estas.

Iba a salir del baño cuando vio que la sudadera que estaba en el piso le parecía familiar, la recogió y en cuanto lo hizo le llegó el aroma de ese perfume tan característico de su amigo, y al mirarla bien se dió cuenta que en efecto era la sudadera de Messi, pero ¿Que hacia en el baño? ¿Tenía que ver en algo con lo que había sucedido? Salió rápidamente del baño para ir a buscar a su amigo, lo encontró después de unos minutos buscándolo, el campus era grande, por lo cual no era fácil encontrar a alguien.

-Messi Messi Messi Messi- Rodrigo llegó frenando con los pies al llegar con su compañero, el cual lo miro extrañado

-¿Que pasa, Rodri?-

-¿No es este tu abrigo?

-Si... ¿En dónde lo encontraste?-

-Bueno...estaba por entrar al baño cuando escuché una conversación un tanto rara, y cuando entré al baño me encontré a un tipo acorralando a otro, pero uno de ellos me parecía familiar-

Messi tomo la sudadera, que si antes olía bien ahora olía a tierra, y estaba mojado. No sabía que había hecho con ella ese chico, y por alguna razón pensar negativamente lo estaba destruyendo.

-Si no la quería simplemente pudo haberlo dicho...-










PD: malas noticias, no pude ver a Ochoa haciendo stream, triste.

12 AM (Messi x Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora