9 AM

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Antes de todo esto, alguien estaba teniendo una pequeñita crisis existencial. Ochoa estaba sentado en el sillón algo encorvado, tenía las piernas separadas con sus codos recargados en sus rodillas y sus manos sostenían su cabeza, mientras que sus dedos estaban separados, cubriendo un poco su rostro, su índice y su dedo de medio de ambas manos hacían un pequeño espacio para sus ojos.

Miraba a la pared a la vez que sus pensamientos estaban en blanco, solamente sentía un gran impulso de sacar su teléfono, mandarle un mensaje y ser feliz, pero no sabía cómo hacerlo, es como si se le hubiera subido el muerto estando completamente despierto.

Pensaba en comenzar la conversación con un "hola".

Demasiado ordinario.

¿Quizás un que tal?

Muy a lo Eugene Fitzherbert.

No sabía cómo, y aún no podía usar sus tácticas de ligue porque aún no sabía cómo iba a reaccionar Messi, o como se sentía, o lo que sentía...

Se desplomó en el sillón y tomo el control remoto, encendió el televisor y lo primero que salió fue una telenovela turca, en dónde la escena era una de una chica guapa, al parecer la protagonista, dandole una cachetada a un tipo gordo, al parecer el antagonista que trataba de conquistarla, pero al no lograrlo, uso poder en la mafia para obligarla.

-Que mierda es eso-

Cambió de canal y en este estaba la telenovela Teresa, en la cuál se mostraba la escena dónde Teresa estaba apunto de casarse con Arturo, pero llega Mariano a impedirlo porque cree que ambos se aman mutuamente, ante esto, Teresa lo rechaza.

Y a pesar de que las tramas de ambas novelas son similares, está captó totalmente su atención, quizá porque... Pensaba que lo que le había pasado a Mariano podría pasarle a el, ¿Qué tal si al decirle lo que había empezado a sentir, se alejaría de el? La verdad esque no quería que eso pasara, porque este chico, había empezado a gustarle...

Esos pensamientos anteriores estaban volviendo a su cabeza, literalmente era en lo único que pensaba desde que lo conoció, y no le había dicho a nadie de el, quizá en algún momento lo mencionó pero al mismo tiempo no lo hizo.

Se acostó en el sillón y puso sus manos en su regazo, pensando en que hacer o como hacer para escribirle a Messi sin sentir mucha pena o sin eliminar inmediatamente el mensaje, era un lado muy vulnerable que nunca se había visto en el, siempre era una persona muy muy segura y directa, pero ahora no era asi.

-¿No han llegado Javi y Hirving?- Diego salió de la ducha ya con su ropa para dormir, agarro un vaso de veladora y se sirvió agua.

-Diego-

-¿Mmmh?- le dió un trago a su agua.

-Creo que me gusta un hombre-

Al oír esto, Lainez soltó el vaso y empezó a toser, pues aquella noticia había hecho que se atragantara con el agua, se estaba ahogando.

Rápidamente Ochoa se paró del sillón y empezó a golpear la espalda de su amigo, no pensó que le iba a pasar eso, y lo peor esque se paniqueaba mucho cuando a alguien le pasaba eso, más cuando le pasaba a Diego, porque el tose como olla express.

-no mames, respira cabrón- lo miraba un poco preocupado, si se moría el se iba sentir culpable durante toda su vida. Claro que no se iba a morir, pero sus peores pensamientos siempre salen a relucir todo el tiempo y más en situaciones de estrés.

Se calmó la situación cuando dejo de toser como olla express y solo aclaraba su garganta, y cuando todo estuvo bien, Diego lo miro directamente a los ojos.

12 AM (Messi x Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora