5 PM

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Fue a su casillero, en donde se encontraban unos cuantos medicamentos que siempre traía con el, siempre le daban mareos porque no comía la mayor parte del tiempo pero ya se había acostumbrado a ellos, ya era algo normal para el y no le tomaba mucha importancia.

Se tomó 2 pastillas sin agua para tratar de reforzar el efecto, eran para los mareos, sin embargo, el principal problema que tenía era esa fiebre que aún no bajaba de los 39 grados, en cualquier momento iba a empezar a alucinar.

Sin importar nada de esto fue a buscar a sus amigos a la cancha.








Messi estaba recargado debajo de las gradas junto a todo su equipo, charlando felices por su primer victoria, estaban seguros de que sería la primera de muchas.

Pero el no estaba en este mundo, o al menos no estaba en la charla, ya que en sus pensamientos solo habitaba esa preocupación hacía el portero del otro equipo, quería cuidarlo como si fuera un bebé, aunque era un bebé adulto más alto que el, y aunque no quisiera aceptarlo se sentía como un imbécil desde que le dijo que no sentía lo mismo que el.

Pero tenía miedo.

Tenía miedo porque apenas lo estaba conociendo, y a pesar de esto el sabía muy bien que el era esa persona con la que quería estar, gastar sus piropos y palabras románticas en el, desvelarse charlando de un montón de cosas, cursilerías y así.

Y a pesar de ser solo pensamientos, le dolía pensar que si un día eso terminaba ya no volvería a ser igual. Se sentía todo un estúpido y un cobarde.

Y esque en esa noche pasaron tantas cosas en su mente, quería decirle que si, que si sentía lo mismo, que desde que lo vió tocando esa batería con tanta energía y tanta euforia se flecho completamente, pero algo se lo impidió, algo en su mente le dijo no lo hagas. Gracias a eso el actuó por impulso y le dijo lo que le dijo.

Sabía que había desperdiciado una oportunidad que probablemente jamás volverá a existir, jamás se volverá a dar y el lo sabía, ya se había dado el primer paso, pero Lionel lo hizo retroceder como 15 kilómetros atrás.

Su mirada estaba perdida igual que sus pensamientos, pero mientras miraba a la nada a través de las gradas lo vió trotar hacia su equipo, pero exactamente a esos tres chicos que siempre trataban de ayudarlo.

Aunque en ese momento no parecía ser así.

Quería ir hacia el pero no sabía que iba a decirle al momento de llegar, quizá felicitarlo, pero en su mente llegaban muchísimo posibles finales y ninguno era amigable, pero la mente aveces puede ser tu peor enemigo, y nunca sabría cómo reaccionaría a sus palabras de apoyo.

Pero o era ir a enfrentrase a uno de sus mayores miedo o vivir con la incertidumbre para siempre.

Agarró valor.

-En un momento vuelvo- Susurró a Julián, el cual estaba a su lado y tenía un poco de contexto sobre lo que estaba pasando con Lionel, más no tenía toda la información.

A esto, Julián solo asintió ligeramente con la cabeza, ignorandolo un poquito.

-¿A dónde vas? ¿No quieres una cheve?- uno de sus compañeros de equipo habló con una Corona light bien fría en mano, lista para ser bebida.

-Ah- tomó la cerveza.

-Gracias- Salió de ahí a un paso relativamente calmado, mientras que a la lejanía veía como estaban hablando, sus amigos aún se veían preocupado por el, y como no si lucía como un papel a pesar de estar ardiendo.








-Ya les dije que me siento bien-

No es cierto.

Chucky lo agarró del brazo cuál comadres contando chisme y se lo llevó a unos cuantos metros de Javi y Diego.

-Wey, no estás bien, llevas con esa temperatura más de dos horas, vamos al doctor antes de que algo malo te vaya a pasar- lo tomó de los costados de sus brazos y lo miro fijamente.

-¿Pero y tú qué sabes? Ando bien high- aunque juraba estar bien era evidente que no era cierto, su mirada cansada lo delataba, aunque con una sonrisa bastante notoria a boca cerrada. Parecía estar drogado.

-No mames, Guillermo, estoy estudiando medicina- lo miró seriamente y bajó sus manos de dónde las tenía.

Hirving miró a sus compañeros sin voltear su cuerpo, únicamente un poco su cara; demostró su miedo a través de su mirada, queriendoles dar a entender que Ochoa no estaba bien y que era URGENTE llevarlo a un doctor.

Chucky era el que más conocimientos tenía el área, ya que para ser médico cirujano necesitas al menos 5 años de medicina y el ya estaba en tercer semestre.

Ambos se acercaron a Lozano y a Ochoa, nuevamente para tratar de convencerlo de ir al doctor, aunque Javier ya llevaba todas las de llevárselo arrastrando al doctor si era necesario.

-Wey neta, vamos al doctor, te juro que no vamos a durar más de dos horas- Diego lo miraba muy preocupado, y esque el vio lo mal que estaba en la banca, si tan solo hubieran actuado sin importar nada...

-Si Guillermo, no mames, por tu pinche temperatura perdimos y quedamos como imbéciles...

y nosotros de pendejos haciéndote caso-

Javier estaba enojado.

En ese momento llego a su cabeza el recuerdo de su más reciente encuentro con Kevin.

"Eres un pinche portero pendejo y inservible, que no se te vaya a olvidar"

Sus ojos se cristalizaron un poco, ya no tenía esa sonrisa, ahora solo trataba de esconder sus labios a la vez que estos inevitablemente se iban para abajo.

-Yo de verdad creí que ustedes eran los indicados... De... De verdad creí que me iban a ayudar y apoyar en todo... Y ahora...-

Volteó a ver a Javier con unas lágrimas queriendo escapar de sus ojos.

-Resulta que no, que solo son ustedes... Que solo piensan en su yo... Yo, yo, yo, yo y yo... ¿Verdad?- a estás alturas ya estaban fluyendo libremente ligeros hilos de lágrimas por sus ojos.

-No... Si queremos llevarte al doctor no es por eso- Diego se colocó en frente de Javier, dándole la espalda a este.

-Es porque te queremos, y no queremos verte mal- una mueca de tristeza apareció en su rostro.

Sin duda, ellos dos son los que tenían más conexión, a pesar de ser completamente diferentes también eran exactamente iguales.

-No wey, la neta déjenme solo- se fue de ahí, esta vez sin interrupción alguna de el trío.

Al menos de ellos.

El pasillo principal de la escuela estaba completamente vacío, con la excepción de que Ochoa estaba ahí, sentado en el suelo, recargado en un pilar ancho.

Tenía vista panorámica al jardín, el cual también estaba solo gracias a qué una parte de los estudiantes estaba concentrada en la cancha, la otra estaba en casa ya que no les emocionaba mucho.

Cerró sus ojos un momento con el fin de descansarlos, y sin darse cuenta estaba llorando en silencio nuevamente, no le gustaba sentir lo que estaba sintiendo, el dolor era tanto físico como mental, ya que además del dolor corporal, sentía que ya no valía nada, que era un cero a la izquierda para sus amigos, para todos, para Diego...

Para Messi...

Este último estaba en una esquina viéndolo, con unas ganas inmensas de darle todo su afecto, de tratarlo como algo más.

Algo más que el portero del otro equipo.

Algo más que el chico de la batería.

Algo más que un amigo.

































Hola 🐱, la verdad esque quería agregar más a este cap, pero estoy segura de que si le agregara todo lo que le quiero agregar si tendría unas 3000 palabras.

Ando enferma de la perrra garganta y no puedo dormir, así que también es un mini ganar 😼.

Los tkm, tomen awa y cuidense <3
















12 AM (Messi x Ochoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora