¿Cómo no haberlo imaginado? Era el único hombre que faltaba en la fiesta, y de los pocos que todavía no se habían presentado ante ella. Tenía justo delante de ella al Vizconde Bridgerton, y en estos momentos se consideraba poco inteligente al no haberse percatado del parecido que todos los hermanos tenían en común. No había mucho margen de confusión y aun así, había preguntado sin ningún tipo de modales.
--Yo soy Camille. Camille Dubois.
--La familia Dubois... Todo Londres habla sobre vosotros. Aunque ya veo que no será por su educación.
--No tengo mucho interés en lo que se diga por aquí de nosotros, para serle sincera, y mucho menos en su opinión
--Entonces será porque no ha leído la columna de cotilleos de Lady Whistledown. Aquí los prejuicios valen más que cualquier acto o palabra.
--Nunca la he leído, en cambio, mi hermana es una apasionada.
--Bueno, hay quien piensa que es una facilidad para encontrar marido si los comentarios son buenos, por supuesto. ¿No debería estar en el baile?
--¿No debería usted estar en el baile? Puedo asegurar que su ausencia se notará mucho más que la mía esta noche.
Contraatacó la pelirroja., cruzando de nuevo sus brazos por encima de su pecho. Anthony alzó una de sus cejas y volvió a sonreír con aquella postura tan irritante. Se encogió de hombros durante breves segundos, y acto seguido, señaló todo cuanto se encontraba a su alrededor. Presentía que el motivo era uno similar, pues no era común que un joven se escondiese de aquellos grupos de aristócratas que, honestamente, no daban mucho que envidiar.
--Creo que por lo mismo que usted. Pero yo he preguntado antes.
--¿Usted también viene aquí para esconderse de los hombres?
Pronunció ahora divertida la chica. Justo cuando aquel hombre frente a ella señaló a su alrededor, la joven comenzó a mirar la estancia con detenimiento. Era un despacho, adornado con montones de libros de una gama oscura y por lo general, colores fríos. Un retrato de un varón decoraba la pared detrás del escritorio, y aunque no estaba segura, supuso que se trataba de alguien importante en la familia anfitriona. La sala no parecía ser usada frecuentemente, parecía conservar miles de recuerdos.
--De la mayoría de personas que se encuentran allí abajo. Odio las presentaciones, a no ser que me proporcionen algún tipo de interés.
--¿Cómo un príncipe?
--¿Está aquí el príncipe?
--También he oído sobre un duque, pero claro, su ausencia no le va a permitir triunfar esta noche.
--Usted también ha estado ausente.
--Solo necesitaba un respiro, tengo pensado volver.
Murmuró la chica. El rostro jocoso de su contrario se transformó rápidamente en una mueca de cólera. De su chaqueta sacó un reloj de bolsillo, y observó durante unos segundos. Impaciente, comenzó a dar pequeños toques rítmicos con sus pies sobre el suelo de madera.
--¿Espera a alguien?
Preguntó curiosamente y dando un paso al frente Camille. Inclinó ligeramente su cabeza hacia adelante para poder ver la hora en ese reloj de oro. Eran, entre otras cosas, esos pequeños detalles los que te daban a entender que la familia Bridgerton poseía riquezas. Dentro de la escala de la nobleza, ellos estaban en uno de los mejores puestos. Sabía perfectamente que Anthony huía, en gran parte, de los padres y madres interesados en hacer de casamenteros para su hija, y que por su mala suerte, habían pensado que él sería un buen marido.
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Serendipité|Anthony Bridgerton
FanfictionSin duda, queridos lectores, la temporada de 1813 nos trae más novedades de las que jamás hubiéramos esperado. Anthony Bridgerton se ha lanzado al mercado de solteras el mismo año en que su hermana, Daphne, es presentada en sociedad. Aún se desconoc...