--No, en absoluto, llega usted justo a tiempo
Respondió Éttiene. La mirada de Camille pasó rápidamente a la figura de su madre, mirando a esta con total incredulidad. Los hombros de las dos se encogieron en un gesto de notoria confusión, hasta el resto de sus hermanos, que habían vuelto a entrar al salón, no podían creerse lo que veían.
--¿Interrumpía algo?
Volvió a hablar este, ganándose de nuevo la atención de toda la familia Dubois, a excepción del padre de los seis hermanos, que aún seguía algo indispuesto. Se suponía que el horario de visitas ya había terminado, así que no entendía el motivo por el que un Vizconde se presentaría en su hogar.
--No, Lord Birdgerton, el horario de visitas ya ha acabado, así que estoy libre. ¿Subimos?
--¿Éttiene, a que se debe la visita del señor Birdgerton?
--¿No se lo comenté, madre? Anoche invité al Vizconde para tratar algunos asuntos importantes.
--Cierto, Lady Dubois. Su hijo pensó que sería buena idea conversar sobre asuntos de importancia en el ámbito de las finanzas y de la economía aquí en Londres, y desde luego, estoy de acuerdo. Aprovecharé este momento entonces para invitarles a la ópera esta noche, órdenes de mi madre. ¿Habían pensado ir?
Todos negaron con la cabeza, excepto nuestra protagonista, que aún miraba fijamente la figura del Vizconde Bridgerton frente a ella. Un suspiro salió de sus labios al comprobar los motivos de su tan inesperada visita, aunque no igual de inesperada para todos. Así era que, prácticamente, había olvidado que esa misma noche se celebraría otra de las funciones de ópera en la ciudad. No habían pensado en asistir esa noche, además, tampoco habían sido invitados todavía por ninguna otra familia, así que decidieron dedicar ese atardecer al descanso de todos.
--No teníamos intención de ello, Lord Bridgerton. Llevamos poco tiempo aquí, así que aún no disfrutamos de un palco, pero no dude que cuando nos acomodemos, asistiremos a esas grandiosas funciones.
--En ese caso, permítanme que les invite. Mi familia y yo poseemos un par de huecos libres en nuestros palcos, y nos encantaría que sus hijos asistieran.
Un revuelo se armó en el salón en ese instante. Sandrine le rogaba a su madre por aquella oportunidad, tomando su mano y apretando esta ligeramente con entusiasmo. Todos hablaban, y pronto la voz en el comedor subió de decibelios. Anthony posó su mirada en la ojiazul por primera vez en sus minutos de visita, había intentado rehuirla, pero al final, sus orbes marrones, de un color intenso, descansaron sobre la figura de la joven, que también le miraba atentamente a él. Nunca antes se había fijado en lo azul que era su mirada, o en lo rojizos que eran sus cabellos, a pesar de ser algo que debería notarse a simple vista.
--Es una espléndida invitación, Vizconde Bridgerton, estoy segura de que a Camille y a Éttiene les encantará poder disfrutar de la función esta noche.
Casi de un salto, la pelirroja se levantó de su asiento. Escuchar su nombre le había provocado, por fin, apartar la mirada de su contrario. Se acercó a su madre, negando con la cabeza varias veces.
--¿No podemos ir todos?
--Lamento que no, señorita Dubois, no tengo espacio para tantas personas.
Comentó aquella irritante voz a sus espaldas. No se volvió para mirarle, no le concedería el placer de sentirse satisfecho porque los planes de la joven se habían visto truncados por aquel inesperado ofrecimiento de acompañar a lo más alto de la nobleza.
![](https://img.wattpad.com/cover/330287059-288-k791192.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Serendipité|Anthony Bridgerton
أدب الهواةSin duda, queridos lectores, la temporada de 1813 nos trae más novedades de las que jamás hubiéramos esperado. Anthony Bridgerton se ha lanzado al mercado de solteras el mismo año en que su hermana, Daphne, es presentada en sociedad. Aún se desconoc...