21. Shameless (Camila Cabello)

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Queridos lectores, como ya les avisé anteriormente, esta temporada no iba a ser como las demás. Los Bridgerton, tal y como muchos de nosotros vaticinamos, han adquirido gran importancia. Todos ya previamente sospechábamos del triunfo de Daphne, que como muchos de usted ya harán podido comprobar, parece haber llamado la atención de uno de los pretendientes que muchas mujeres desearían tener. El recién nombrado Duque se Hastings, que, sin ir más lejos, es uno de los mejores amigos del Vizconde Bridgerton, quien, contra todo pronóstico, ha adquirido mucho protagonismo en esta temporada que ya aseguró que no le interesaba. Nunca se sabe, querido lector, quienes mienten y quienes se atreven a decir la verdad. Ni siquiera está autora sabe si, en realidad, no se trata todo esto de un intento por ocultar un escándalo con cierta mujer que no hace falta mencionar. Quizá en Francia las cosas no ocurran como en Londres, y sean más... libertinos. Sin duda, estas noticias no serán agradables para ninguna dama.

—Lady Whistledown, 3 de mayo de 1913. Revista de sociedad.

El panfleto hallado entre las manos de Camille se movía con ligereza de un lado a otro, ocasionado por las acciones realizadas por la pelirroja, que leía con indignación aquellas últimas palabras allí escritas, dispuesta a hablar con su familia. No era una alusión directa, pero desde luego, no muy difícil de interpretar.

—¿Habeis leído a Lady Whistledown? Jamás había conocido a una mujer con más descaro que esta escritora. Deberíamos dejar de comprar su columna.

—¡En absoluto! Es admirable, ya me gustaría a mi poder disponer de tanta información para poder escribir un panfleto social casi a diario. ¿Qué ha dicho hoy?

Preguntó curiosa Sandrine, a quien se le habían adelantado ese día en el análisis de lo escrito por Lady Whistledown en su fan famoso panfleto social.

—Olvidáis que no son más que especulaciones, Drine. Puedes observar tu misma que hoy simplemente ha expuesto unos hechos y después, lo ha dramatizado todo. No es justo.

—Por supuesto que van a aparecer rumores, Camille. Ahora vivimos en lo más alto de la sociedad de otro de los más importantes imperios. Era imposible huir de ello por mucho que quisiéramos.

—Además, a ti jamás te había importado lo que está mujer hablará o escribiera. No sé qué habrá cambiado ahora, pero ya veo que no te ha sentado demasiado bien.

Volvió a pronunciarse Sandrine. Razón no le faltaba. Siempre se había mostrado impasible a las palabras de aquella mujer, quizá porque nunca antes había dudado de su propia integridad y dignidad. Ahora entendía ciertos comportamientos que antes no era capaz de comprender del todo. Era más que molesto, sin duda, que hablaran descaradamente sobre ti sin conocer nada de tu historia.

—Al menos, no te han nombrado, era un comentario sobre Francia, pero no era directo... Bien podía tratarse de Daphne y Simon, ellos también pueden resultar escandalosos... o quizá puede tratarse de un escándalo ente Anthony y otra mujer. Aunque claro, dudo que Anthony le regale dos ramos de flores a la misma chica en tan solo una semana, excepto a ti... pero claro, por supuesto, no se trata en absoluto de un cortejo. Eso ya lo tenemos todos más que claro ¿verdad que si?

Expresó el más jovial y también el menos desvergonzado de todos los hermanos. Guiñó uno de sus azulados ojos, mientras se sentaba en uno de los sillones del salón despreocupadamente, dejándose caer en este con tranquilidad.

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Serendipité|Anthony BridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora