𝙈𝙮 𝘿𝙚𝙨𝙞𝙧𝙚: Daniel Kessler y tú

Rock Am Ring (...Le Petit Morte)

Junio 2015

Esta parte la llamaré Rock am Ring, porque estábamos a punto de salir a escenario en unos de los festivales de música más cools del mundo mundial. Si alguien me hubiera dicho hace unos años "Oye, tocarás en el Rock am Ring un día" yo le hubiera dicho "Nmms!".
Joder, estaba tan feliz... Y nerviosa. LPM, estaba que me moría de nervios y no era como si fuera mi primera vez en un festival ante miles de personas -ya antes habíamos estado en el Glastonbury... ¡Glastonbury! y otros lugares increíbles-, pero la cuestión es que siempre se sentía como si fuera la primera vez.

Había un ambiente nuevo ahora y era porque Christy, la esposa de Sam, ya estaba junto a nosotros en la gira. Ella estaba emocionada por conocerme, tanto como yo, y de alguna forma terminamos siendo amigas. Es una de las personas más lindas y geniales que he conocido. Me ayudó mucho, dándome pautas sobre algunas cosas que yo aún no sabía cómo manejar; una de esas cosas fue confiar más en mi propio estilo y no querer satisfacer a todo el mundo.

Así que me liberé, dejé que todo cayera libremente en el lugar que estaba destinado a ser. Luego, mi relación con los fans de Interpol fue mejorando; siempre pensé que mi forma de tocar era chiflada, pero la verdad me hizo feliz el saber que al público en realidad le encantaba. Decían que yo era tan talentosa y... ¡Carismática! No podía asimilarlo, ellos creían que yo era carismática. Mover mi existencia en el escenario de aquí para allá, cantar a voz en cuello y tocar con toda mi alma como si no hubiera un mañana realmente habían causado un efecto positivo; lo suficiente para que fueran obviando la controversia de mi relación con Daniel.

Me quedé en el camerino un tiempo más después de que el resto de la banda se fue en dirección al escenario. Cuando lleguéz ellos ya no estaban ahí; pero, aún así, sabía que tenía algo de tiempo, y quería afinar algunos detalles de "presentación".

Encontré la forma de acomodarme el cabello con la sincera intención de que esta vez no se me cayera en la cara como casi siempre sucedía. Luego abotoné mi camisa -hacía calor, así que esta vez sería una de mangas cortas, porque usualmente prefería las de 3/4-, ceñí mi pantalón pescador y palpé las golosinas que traía en los bolsillos. Una última mirada en el espejo...me miré fijamente, acomodé un infaltable mechón rebelde en mi frente; tomé aire, ya estaba lista.

Salí con despreocupación y entonces me encontré, apoyado contra la pared a mi lado, de pies a cabeza con los calcetines negros a rayas blancas y las gafas de aviador a ...Dan...¿Daniel?

Me quedé mirándolo un poco embobada. Es que...joder, se veía increíblemente guapo, más de lo usual ¿Qué se había hecho?

- ¿Hola? -dijo él con una sonrisa dibujada-. Oh, mi dios, te ves hermosísima...

Y yo sólo podía fijarme en el rosado de sus labios, en su pequeña y adorable boca- Hola Señor... digo, gracias, hola Dani... Dan.

- ¿Qué te sucede? -se rió él y entonces pude ver esa risa...tan hermosa...- ¿Estás bien?

Recobré los sentidos cuando él se movió al frente mío para mirarme con una preocupación perceptible en su ceño fruncido.

Sacudí mi cabeza- Sí, sí ¿Vamos tarde? -pestañeé como si hubiera despertado de un sueño.

- No, es súper temprano -dijo él sonriendo-. Te estaba buscando y me dijeron que estabas aquí. Te quería preguntar... Ahm ¿Oye, en serio estás bien?

Otra vez lo había estado mirando como lela. Tuve que reírme "delicadamente" para que no creyera que estaba loca.

- Sí, es sólo que...-le dije con una sonrisa de oreja a oreja, mirándolo con adoración, tratando de encontrar el detalle que lo hacía ver tan hermoso ante mí. Su cabello...claro, podía ser eso; se había puesto fijador dejándose los rizos pulidamente hacia atrás, y le caían hermosos. Con un poco de timidez, llevé mi mano hasta un rizo al lado de su sien y se lo acomodé cuidadosamente tras la oreja-. Tu cabello, se ve lindo.