Song Seven (y... ¡Daniel canta!)

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Un par de días después...
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— ¡Vamos Daniel! ¡Vamos, hazlo hombre!

Todos animaban a Dan para que lograra su parte en Song Seven.

Lo mejor de las pruebas de sonido es que puedes hacer lo que quieras en el escenario. Él técnico conecta todo y ahí tienes tu instrumento a tu disposición. 

— Okey, okey, sólo un momento, joder —dijo Dan con una sonrisa nerviosa—. No he hecho esto en años, mierda.

— ¿De qué hablas? —le dijo Paul sonriendo— Si te hice recitar a 50 Cent y Lamar. Qué ¿Creíste que todo ese tonto show fue en vano?

— ¿Tú planeaste todo esto, verdad? —lo encaró Dan con su mirada divertida—. No necesitaba nada de eso, idiota infeliz.

— Pero fue divertido.

— Fue vergonzoso y además dormí muy mal…

— Eso no es cierto —le observó Sam mirándome.

— Qué —pregunté con una paleta de caramelo en mi boca.

— Si no fuera por ella estaría muerto —protestó entonces Dan señalandome.

Le sonreí llevándome la mano a la frente "A su disposición, mi amado Danny Kessler"

— Bueno, es su deber de novia. Ahora cumple el tuyo y canta —le ordenó Paul.

Yo me estaba divirtiendo demasiado viéndolos, y esa paleta de caramelo con masticable no podía saber mejor.

— No. ¿Y si no quiero hacerlo? ¿Qué me harás?

— Canta de una maldita vez.

— No.

— Canta, hijo de la…

— No.

— ¿Cuál es el maldito problema? Lo haces siempre en PDA.

— Sabes que esto no es lo mismo. Es Song Seven, ese tonto pseudo-rap que escribí, esa parte que ya ni siquiera está en la...

— Pero y eso qué ¿Por qué no quieres hacerlo? —lo interrumpió Paul.

— Porque es un jodido acomplejado —dijo entonces Sam.

— Cállate, cómo pudiste decir eso —le dijo Dan con una expresión de ofensa demasiado dulce.

— Lo siento Danny —dijo Sam fingiendo arrepentimiento—; pero, estamos perdiendo tanto tiempo…

— Okey, okey, ya basta todos —se apresuró a decir Dan—. Lo haré de una maldita vez pero dejen de presionarme. 

Todos nos acomodamos en nuestras posiciones y entonces Dan comenzó con los primeros acordes, Paul lo siguió y cuando Sam comenzó en la batería Paul inició con el canto y yo con el bajo.

You can't sit up
Yeah, you fell too fast
You come at the right time
Yeah, you come too fast

Dan parecía querer concentrarse mucho en lo que estaba haciendo, podía ver la tensión en su mirada.

Interpol no había tocado Song Seven en vivo desde las épocas previas a Turn on The Bright Lights. Si esta vez lograsemos hacerla sonar, sería un hermoso suceso.

You were like a cloud
You were just like a flower
Then you were a lime
Now our love is sour

Sobre todo porque Daniel tenía una parte en la canción, que él mismo había escrito, para cantar.

Y este era el momento.

Dan apartó las manos de su guitarra y las llevó hasta el micrófono, tomó aire y presionó sus dedos contra la carcasa; y, entonces, lo hizo:

Hear it, I feel it, I wish I could just see it…

Una sonrisa inevitable se formó en mi rostro al escuchar ese pseudo-rap de su voz dulce y grandiosamente punk.

The love, the hate that seems to separate…

Y era como una versión entrañable de Joe Strummer.

Forcing conscience to conscience every small attack
It takes a small man to notice, but not to act up

No podía dejar de mirarlo encantada. Simplemente no podía dejar de hacerlo.

Confrontation, complication leads to foundations
But I'm calm, baby, yeah, I'm calm.

Paul también estaba mirando a Dan con una sonrisa antes de volver al micrófono. Fue entonces cuando ambos cantaron juntos.

You know, I know (You were like a cloud)
Love is all we need (Yes, you were a flower)
You know, I know (Then you were a lime)
Love is all we need (Now our love is so sour)

Era todo; yo estaba tan emocionada, tocando cada nota, sintiéndolo completamente.

Hasta que Sam me llamó la atención. Apenas pude escucharlo, sólo entendí algo así como "Hey, le sacarás sangre a tu bajo" O algo así, y un "Cálmate" entre risas. Oh, que no me molesten.

Terminó Song Seven y perdí una mano, o al menos eso sentí. Hasta que la sangre volvió a correr debidamente por todas mis venas y fuí sin dudar hasta Daniel. Él me esperó con los brazos abiertos y yo se los eché al cuello dejando que su abrazo efusivo me elevara de un suelo que ya no sentía, a decir verdad, desde hace meses, específicamente…desde que él llegó a mi vida, desde que se abrió paso hasta mi corazón.

𝙈𝙮 𝘿𝙚𝙨𝙞𝙧𝙚: Daniel Kessler y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora