Hoy

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Enero 2017

Sensaciones, eso, mis memorias tienen sensaciones diferentes. Las guardo por ello. Me llevan a ese lugar en mi mente donde puedo volver a vivir todo otra vez. Una canción, un sabor, un lugar, alguien…

Tal vez todo está alterado, pero ha impactado tanto en mí para que nunca pueda olvidarlo.


No hay nadie en casa, ahora, no puedo hacer nada tampoco; así que, deambulo en el espacio. Voy a la cocina por agua y reviso de nuevo el refrigerador… No, definitivamente no hay nada para atracar. Sólo me queda esperar, seguramente unas galletas están en camino; y si no son unas galletas, hmm, tal vez algo más delicioso. Daniel sabe que una golosina infantil de vez en cuando me hace feliz. Pateo por accidente la escoba y cae estrepitosamente sobre el suelo; el ruido me hace ser conciente del terrible silencio que hay aquí y de las increíbles sensaciones conmovedoras que esto podría crear en mí. Porque ahora no hay nadie, porque estoy sola hasta que Daniel vuelva, porque él no ha querido que lo acompañe al supermercado porque… (no me voy a reír, no es gracioso) tiene miedo que, en medio de este crudo y triste invierno, me dé una recaída; estuve con un molestoso resfriado hasta hace unos cuatro días, y sí, este clima apesta.


Está bien, estoy exagerando; es que, me gustan los días claros y soleados. Los días como este sólo pueden traerme nostalgia, a veces son tan tristes. Me apoyo en el marco de la puerta de la cocina con mi vaso de agua y me quedo mirando el cielo gris y opaco a través de la ventana que está frente a mí al fondo del pasillo; al lado está la puerta por la que Daniel entrará cuando llegue. Llegará, lo imagino, envuelto hasta el alma en su indumentaria acogedora y pulcra; con los ojos cansados, sonreirá tras esa bufanda y dejará las bolsas a una lado para quitarse el abrigo y los zapatos. Lo imagino. Lo sé.


"Nunca olvides esto"


Estoy pensando en hacer un experimento con mi memoria. Ya que puedo recordar tantas cosas importantes emocionalmente, qué tal si me propongo recordar algo tan irrelevante como…este preciso momento. Sí. Nada especial; ninguna canción, ningún sabor, ningún lugar, ninguna persona. Sólo yo …y ese cielo gris al otro lado de la ventana. "Quiero —me digo a mí misma con determinación—, quiero que nunca olvides este momento. Imprímelo en tu mente…" Miro fijamente cada detalle. Lo guardo y lo reproduzco una y otra vez para no olvidarlo. No lo voy a olvidar, ni en cincuenta años, no lo haré.


Voy a la habitación y me acuesto de espaldas sobre la cama, manos rendidas sobre el abdomen y las piernas colgando del borde. Mi mirada se intercala entre el techo vacío y la ventana… Dios, qué deprimente ¿Cómo llegué aquí?


Esa es una buena cuestionante. Y, ya que este día me está orillando a los recuerdos, a mi mente llega aquella vez que me hicieron esa misma pregunta: ¿Cómo llegaste aquí?

𝙈𝙮 𝘿𝙚𝙨𝙞𝙧𝙚: Daniel Kessler y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora