El siguiente día había llegado, y con él siguieron pasando uno y otro, hasta que se completaron tres semanas.
Chester y Gray se habían hecho más cercanos, hasta el punto de que en ocasiones el mimo buscaba al bufón en la tienda.
Lola había recibido la positiva respuesta del hombre sobre su aceptación a la oferta de trabajo.
Si bien a Chester aún le molestaba su interacción, no permitía que sus celos se entrometieran en la vida laboral de su amado, por lo que no tenía de otra mas que aceptar su compañerismo.
Tanto Lola cómo Gray se habían hecho igual de cercanos. Los saludos habían continuado con besos, siendo ahora por parte de Lola en la mejilla del mimo (claro que eso no lo sabía Chester).
ー¡Y entonces le dije, ¿moco? ni que fuera Mandy! ー exclamó el bufón, para después explotar de risa.
ー¡Carajo, Chester! ¡Escuché eso, bastardo!ー gritó Mandy a lo lejos.
Gray tan sólo soltó una pequeña risa; la interacción entre ambos era demasiado extraña, pero aún así sabía que ambos se querían a su modo.
Candyland se cubría en su totalidad con el manto nocturno y el brillar de las estrellas.
La luna se encargaba de guiar a toda alma que se encontrara perdida, y si bien aún no eran altas horas de la noche, aún así se podría decir que tan temprano no era.
La hora de cerrar de la tienda había llegado, así que tanto Chester cómo Mandy se encontraban descansando un poco y disfrutando de la dulce tranquilidad de la tienda.
El bufón se mantenía hablando un sin fin de cosas, mientras que el mimo lo escuchaba y observaba con mucha atención.
La morena pasó su mirada de la revista que se encontraba leyendo, hacia las dos personas que últimamente invadían su tienda.
Sin poder evitarlo, la peliverde formó una pequeña sonrisa ante la escena frente a sus ojos: Tanto Chester cómo Gray estaban sentados en el suelo, mientras que el primero hablaba con total confianza y el segundo le prestaba su absoluta atención, al mismo tiempo que comía un par de caramelos que ella le había dado; no recuerda cuando fué la última que alguien le había puesto tanta atención a su compañero.
El mimo pasó su mirada del bufón hacia el reloj de pared que pertenecía a la tienda, percatándose de que ya era hora de volver a su casa.
ー¡Y entonces, tomé mis cuatro cascabeles y los usé para metérselos a Edgar en el-!ー Gray alzó sus manos frente a él para llamar su atención, a los que Chester paró de hablar y lo miró curioso.ー¿Qué pasa?ー preguntó, y el mimo apuntó a la hora.ー Ooh, ya es tarde y debes volver, entiendo. ¿Te veo mañana?ー Gray asintió.ー ¡Genial!ー
Tanto el peligris cómo el pelirosa caminaron hacia la salida, mientras que el bufón continuaba con su exhaustiva charla.
Una vez en la puerta, ambos se miraron y se sonrieron.
ーOye, quería invitarte mañana al festival de talentos del pueblo. Se hará en BrawlTown, y obviamente estaré yo. Irás a verme, ¿cierto?ー Gray asintió emocionado, mientras que alzaba sus manos, las sacudía y después se apuntaba a sí mismo.ー ¿Eh? ¿Me quieres decir algo? ー Gray volvió a asentir, y después se apuntó a sí mismo de nuevo.ー No, espera, ¿Me estás diciendo lo que creo que es…?ー el mimo sonrióー ¡¿Tú también te vas a presentar ahí?! ¡¿De verdad?!ー el peligris asintió.ー ¡Oh, espera a ver cómo te aplaudo desde el público! ¡Seguro serás asombroso!ー soltó una corta carcajada de emoción.
El mimo asintió con tranquilidad mientras lo veía reír.
ーOkay, okay. Ya es tarde y debes ir a tu casa, lo entiendo.ーel bufón sonrió con tranquilidad.ー Te veo, monja.ー
Gray inclinó su cuerpo hacia Chester mientras tomaba su mano, depositando en esta un corto beso caballeroso.
El pelirosa se ruborizó un poco al mismo tiempo que sonreía con ligera timidez; ambos habían estado haciendo esa despedida todo el tiempo desde que el mimo la inició, ahora ya era una costumbre en ellos.
El de tonos grises se alejó mientras sacudía su mano en forma de despedida, mas a unos cuantos pasos Chester soltó un: ー¡Espera, no te irás así como así!ー
Sin poderlo esperar, el bufón se acercó a su cuerpo y lo envolvió en un fuerte abrazo.
¿Ya había mencionado que Chester era más alto que Gray por varios centímetros?
Mas eso no le impidió que sus brazos rodearan los hombros del mimo con cariño sin querer soltarle jamás.
Gray, por su parte y sorprendido, decidió que lo mejor sería corresponder el abrazo; no quería dejar al chico así sin más, por lo que optó por rodear sus brazos por su cintura, permitiendo que sus cuerpos se apegaran un poco.
Pocos segundo pasaron hasta que decidieron separarse.
ーAhora sí, te veo mañana, monjaーfinalizó el más alto, y acompañado de una sonrisa entró a la tienda.
El mimo lo observó desaparecer detrás de esa puerta y después soltó un ligero suspiro mientras pasaba su diestra por su cabello peinandolo hacia atrás, mientras que con su zurda sujetaba su sombrero.
Debería parar con eso, ya que sólo estaba alimentando la ilusión de Chester. Fue lo que pensó antes de finalmente marcharse de Candyland.
«────── «⚠️🃏❕» ──────»
¿Ya les dije q a Gray no le gusta Chester y sólo es amable con él pero Chester es de esos weyes q confunden amabilidad con coqueteo? 🧍♂️
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
