016.

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—¿Tu eres Kakashi?

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—¿Tu eres Kakashi?

Mientras el menor secaba sus lágrimas, el adulto asintió ante la pregunta del infante. Y Minari sintió pánico al recordar que Naruto había sido testigo de su sueño donde le pedía un abrazo más a Kakashi.

—¡Kakashi, creo que lo mejor es que te vayas! —Exclamó Minari empujando con leves golpes al albino.

Pero la adolescente además del pijama, no traía nada en sus pies y entre tanto alboroto olvidó los vidrios del espejo, y con la mayor mala suerte no pisa uno, si no unos cuantos.

—¡Ah! —En queja Exclamó la pelirroja siendo atajada por el Hatake, quien rápidamente comprendió lo que había ocurrido.

El tomó con un brazo al menor, quien también estaba descalzo y con el otro brazo ayudó a Minari a caminar hasta su cama, sentando a ambos allí.

—¡Ah, duele mucho! —Quejó la joven de ceño fruncido quien veía su pie sangrante, Naruto a su lado la veía con preocupación.

Kakashi se agachó delante de ella para revisar la herida, era profunda y grande, además de otros pequeños vidrios esparcidos en la planta de su pie.

—Descuida, quitaré los vidrios e iremos con un médico. —Habló en intento de calmarla, esperando la aprobación de ella para quitar el vidrio más grande.

El pequeño Naruto se hizo un hueco en el pecho de su cuidadora, aferrándose a ella en un abrazo consolador.
La joven entonces asintió y tras eso, Kakashi quitó el primer vidrio.

Un quejido ahogado salió de entre los labios Minari que mantenía apretados, Kakashi había decidido sacar al vidrio más grande, ella solo seguía sintiendo los bracitos de Naruto abrazándola fuerte.

Minari correspondió al abrazo del menor al escucharlo llorar, el pequeño se sentía incluso más mal que ella pensando que era el causante.

Kakashi siguió quitando cual vidrio veía, vendando el pie de la joven sin más cargó a sus espaldas al menor y tomó en brazos a la joven, llevando a la familia Uzumaki a un paseo por el hospital.

🍥🍥


—Ella se encuentra bien, no encontramos más vidrios en la herida, así que limpiamos y vendamos. Hiciste un buen trabajo. —Felicitó la médica al Hatake apoyando una mano en su hombro.— Procura que no haga mucha fuerza con el pie, nada de apoyar el pie hasta mínimo tres días. Y nada de misiones.

Sin más la médico salió del lugar dejando a los 3 en el cuarto, Minari se mantenía sentada en la camilla con Naruto a su lado.

—En serio lo siento, lo siento mucho. —Las disculpas salían de Naruto, su rostro húmedo de tantas lágrimas.

—Ya te dije que no es tu culpa, fue mía por no ver dónde pisaba. —Habló ella acariciando la cabeza del rubio.— Luego en casa limpiare el desorden... Naruto, ¿no tienes hambre? Mira la hora que es y aún no desayunaste.

El menor solo asintió, a lo que la adulta le dio de su onigiri y jugo que las enfermeras le habían llevado.

—Minari, ya oíste a la medica, nada de caminar. —Habló el albino quien veía a la Uzumaki sonreírle.

—¡Nada de apoyar el pie, nunca dijo nada sobre caminar, dattebari! —Corrigió la pelirroja.— Puedo usar muletas, o brincar en un pie si es necesario. Pero tengo que hacer cosas, mi vida no puede detenerse, ¡mucho menos por tres días! —Exclamó ella tomando su rostro.— No me imagino sin hacer nada en tres días, dattebari.

—Yo te ayudaré, no tienes de qué preocuparte. Escucha al médico, no seas terca.

Minari hacía muecas tras las palabras del Hatake, volteando a ver a Naruto quien le convida del onigiri.

Minari solo abrió la boca mientras el menor reía al alimentarla, Kakashi veía la escena con ternura, sin más se despidió de los Uzumaki.
Debía de hacer muchas cosas.

🍥🍥


Kakashi ya había limpiado los vidrios, realizó un aseo profundo e incluso detrás de muebles, dejó en la pequeña mesa redonda las frutas que antes había traído y en la heladera guardó las verduras que también trajo con él.

Salió satisfecho por donde antes entró; la ventana. Con una bolsa equipada de comida en manos se encaminó al hospital, más se detuvo al ver a lo lejos la anterior casa de Minari, recordando sus palabras:

—"Me gustaría vivir allí denuevo, pero unos ancianos ocuparon el lugar".

Kakashi frunció el ceño y tras eso se dispuso a seguir el camino al hospital.
Y el Hatake en menos de un parpadeo ya se encontraba allí.

—Ya llegué. —Exclamó el Hatake entrando por la ventana del cuarto de Minari, ella se había asustado pues no esperaba visitas.

—¡Kakashi, que haces! —Habló ella sentada en la camilla, viendo como Kakashi entraba por la ventana en total calma, le sonrió.

—Vine a verte. —Exclamó acercándose a ella.— ¿Cómo te encuentras?

—Bien... ¡mentira, mal! —Casi que gritó la joven apretando la sabana con sus manos.— ¡Tuve una discusión con una enfermera! dijo que la hora de visita se acabó y se llevó a mi pequeño, 'ttebari.. ¡es una arpía de lo peor! Debiste ver como trató a Naruto...

—Ya veo, debió ser difícil. —Habló el Hatake mientras Minari asentía con pena.— Te traje esto.

Minari observó con atención a Kakashi, quien le entregaba comida casera y muy nutritiva, que cabe resaltar; olía delicioso.
Más aún cuando lo único que comiste en todo el día, fueron unos pocos mordiscos de onigiri.

—Espero te guste, lo preparé específicamente para tí y Naruto. —Agregó con una sonrisa bajo su máscara negra el Hatake.

—¡Muchas gracias, 'ttebari, eres el mejor! —Y tras una corta risa la pelirroja le sonrió al Hatake.

Él solo observaba como los ojos de ella eran iluminados, junto a su risa que a sus oídos era como un canto endulzante, se sentía satisfecho por ello, y no era que ella lo menospreciara ni mucho menos, pero de alguna manera Kakashi solo esperaba que ella lo vea como ahora, toda su vida.

Con esos ojos tan brillosos, y una alegría sincera y directamente solo por él.

La mente del Hatake voló a las nubes, cuando cayó en la realidad al escuchar unas palabras de ella, quien con su boca llena de comida exclamó:

—¡Kakashi, trae a Naruto!

El nombrado la miró con una ceja alzada, sus palabras sonaron a cuando envías al perro ir por la pelota.

—¡Puedes traerlo por la ventana así como tu entraste recién, dattebari! —Ahora si tenía más lógica para el albino.— Por favor...~

Alargando la última "O" con una mirada de cachorrito, para Kakashi le era imposible negarse. Era indudable que él jamás había dejado de sentir cosas por ella.

Y casi como una nueva Misión, ahora Kakashi debía de ir a buscar a donde sea que esté Naruto y traerlo al hospital.

Amor De Juventud ➳ U. Óbito / H. KakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora