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Invierno en Konohagakure. 4 años después...
Narra Minari.
El cantar de mi cumpleaños resuena en mis oídos, mientras siento un calor por el amor que me dan ellos.
Naruto y Sasuke, ellos aplauden al compáz de su canto, Sasuke, mi pequeñito amargado se ve más sonriente que de costumbre aunque claro, la sonrisa de mi rubio favorito es por demás grande.
Llegó el momento de soplar las velas delante de mí, tantas que pareciera interminable contar, pero dan mi edad, dieciocho. Una nueva etapa en mi vida.
Las luces son prendidas por Iruka-sensei, dejando ver a los invitados. La familia Nara se acercó a saludarme, acompañado a ellos Hinata, quien muy avergonzada me entregó una carta que me hizo jurar no abrirla hasta después de la fiesta. Realmente ella es muy tierna.
No eramos muchos, pero las presencias de cada uno de ellos es muy apreciada para mí.
Aunque, no voy a mentir, me hubiera gustado que estén tantas personas... que lamentable, no pueden estar aquí.
Naruto, con alegría se acerca a saludar brincando sobre mí. En una esquina alejado veo a Sasuke reposando su cuerpo en la pared.
Naruto me da una caja que con entusiasmo abrí. De ella salió confeti y una hoja al fondo de la caja, era un dibujo de nombre "familia".
—¡Ella eres tú! —Habló Naruto con su dedo apuntando una mujer de vestido.— Ahí está Kakashi, aquí estoy yo y este es Sasuke.
No me resistí y atrapé a Naruto en un abrazo. Que haya integrado a Sasuke como parte de nuestra familia me era suficiente para poder llorar de la emoción. Pase a que no se lleven muy bien, que lo haya integrado en un título como "Familia" es perfecto para mí.
Pero, Kakashi... es decir, estoy feliz por eso pero, ahora no estamos pasando por un gran momento que digamos.
Es decir... Siquiera se acordó de que hoy es mi cumpleaños.
🍥🍥
La fiesta acabó y los invitados comenzaron a irse, me encargué de llevar a Hinata a su casa con un clon de sombra, y la noche no tardó en aparecer. Con ella casi al instante los niños quedaron dormidos después de un largo baño, y por fin me tocaba relajarme a mí.
Me metí a la bañera tras deshacerme de mis prendas, no es como si hoy no hubiese sido un gran día, todo lo contrario. No puedo estar más agradecida por el maravilloso día que todos me regalaron.
Sin embargo... Extraño a Kakashi.
Un suspiro escapó de mi boca, y sin más hundí mis penas junto a mis lágrimas bajo el agua por unos segundos.
