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Dos años donde perdieron completamente el contacto, dos años sin saber del otro

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Dos años donde perdieron completamente el contacto, dos años sin saber del otro. Minari recordaba que lo último que escuchó de él era la pregunta sin respuesta en si deseaba ser su pareja.
Y ahora estaban uno al lado del otro, después de dos años. Y Kakashi siquiera volteó a verla.

🍥🍥


Narra Minari.

Tal vez no me recordó. O tal vez sólo fue una pesadilla.

Recorrí descalza el pasillo del departamento una y otra vez, en toda la noche aún no pude conciliar el sueño. Lo que sucedió esta tarde en Ichiraku no tiene sentido para mí. ¿En verdad el era Kakashi, o solamente estoy delirando?

Miré una vez más a Naruto, el aún seguía durmiendo en su cama como si nada, abrazado a su peluche.
De lo único que agradezco es que Naruto no notó cuando estaba llorando, dattebari.

Una vez más volví a arroparlo, este pequeño no deja de moverse, ahora entiendo porqué todas las noches amanece destapado.

Un suspiro escapó de mis labios, no puedo estar tranquila. Decidí vestirme, ya dejó de llover y esta noche en Konoha parece muy tranquila y refrescante. Tal vez eso me falta, algo de aire fresco para poder despejar mi mente.

Caminando por las calles de Konoha que eran iluminadas por la noche, veía el suelo si darme cuenta que mis pies me guiaron al hogar del Hatake. ¿Aún vive aquí siquiera?

—Tanto tiempo... que ya no nos reconocemos. —Pensé en voz alta mirando su casa enorme, ciertamente luce todo tan abandonado.

Tan triste. La manera en que terminamos es tan triste.

—Kakashi...

...¿Debería ir a buscarlo? Carajo no, ¿en qué estoy pensando?

Me di la vuelta dispuesta a irme por donde llegué, cuando escucho una voz a mis espaldas.

—¿Buscas algo? —Entonces escucho una voz escondida entre las sombras, siquiera había notado que Kakashi estuvo mirándome desde su tejado.

—¡Lo siento, dattebari yo, no era mi intención espiar! —Exclamé tan rápido como pude, puedo sentir como los latidos de mi corazón se aceleraron de la vergüenza.

No puede ser. En plena noche y yo aquí afuera de su casa, ¡de seguro creerá que soy una acosadora!

Veo a Kakashi acercarse a donde estoy, sintiendo cierto pánico por su semblante tan apagado.

Esto no es normal en él. ¿Será por esa pregunta?

—Minari. Tiempo sin verte. —De manos dentro de los bolsillos, Kakashi finalmente me mira a los ojos.

Una mirada vacía, o eso creía yo hasta que pude divisar que en sus ojos aún se conserva cierto brillo que siempre estuvo, pero que no había notado hasta que temí por su ausencia.

Un brillo tan intenso, que no pude sostener tal mirada. Me equivoqué, él no está cambiado, solo son ideas mías.

🍥🍥


Narrador Omnisciente.

—Kakashi... Es raro decirte Kakashi. —entre risas bobas, la joven volvió su vista al Hatake.

—Entonces no me digas así. —El alto joven veía sin apartar su mirada de la chica delante de él.

Ya no eran unos niños, era claro por la altura a la que lograron llegar los dos, aunque Minari se mantenía tan pequeña como de niña.

—Pero no es apropiado, 'ttebari.

—Nunca te importó llamarme de una manera apropiada, ¿o me equivoco? —Exclamó el Hatake tras una leve sonrisa. Le causaba ternura que ella aún conservara la misma aura infantil.

—Pero... —La joven hablaba con una mirada en el suelo, cual si buscara algo.

Kakashi rápidamente se percató que este comportamiento sobre Minari era así por su propuesta. La última charla que hubo entre los adolescentes.

Y el albino dio un suspiro, se acercó a ella quedando de frente, tomó el cabello rojo de ella quien lo miró en un desespero de cubrirse.

Ella había hecho un loco corte en él.

—¿Cortaste tu cabello? Es algo... Original, te queda bien. —Exclamó el Hatake sonriente bajo su máscara.

Minari revolotea su mirada nerviosa.

—Minari, sé porqué estás así. —Habló él, mirandole a sus ojos.— Sólo olvídalo, fue tiempo pasado. —Dijo de sonrisa, su voz era relajada.

Minari abrió sus ojos en sorpresa. Olvidar, era exactamente eso lo que ella debía hacer, ¡era lo mejor!

—¡Tienes razón, tiempo pasado claro, que idiota soy dattebari! —Exclamó ella de gran sonrisa.— Yo creí que... no importa, lo importante es que estás aquí. —Afirmó a sus mismas palabras la pelirroja, abrazando al Hatake.— Kakashi, me alegra que estés bien.

Kakashi recibió gustoso tal abrazo, más de su mirada se desintegró el brillo, sintiendo un profundo dolor del que disponía ocultar.

Sin tan solo ella deseaba amistad, el Hatake no podría rechazarla. Lo intentó en Ichiraku, intentó no verla, pero fue duro pensar durante todo el viaje en ella, y que al encontrarla él mismo no se permitiera verla. El habia pensado mucho, creyó que alejarse sería lo mejor, pero así solo estén como amigos, a Kakashi le bastaba si eso significaba estar a su lado un día más, todos los días.

Por su lado, Minari mantenía calma. Estar bien con Kakashi era todo lo que deseaba, ansiaba y soñaba con darle ese abrazo.

Quizá Minari siempre tuvo razón, Kakashi si bien no cambió en personalidad, lucía mucho más grande y sí, pareciera que esos 2 años que los separó también separó su manera de ver al Hatake.

Ya no lo encontraba como ese niño gruñón al que quería sacarle una sonrisa, casi como a un hermano. Ahora ella lo veía de una manera mucho más distinta. Porque es cierto, indudablemente Kakashi ahora luce lo más asemejado a todo un hombre.

Amor De Juventud ➳ U. Óbito / H. KakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora