¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya habia caído la noche sobre la aldea de Konoha, sentados en la baja mesa y tomando un té caliente se encontraban ellos, el Uzumaki, el Uchiha y la pequeña Hyūga, dos de ellos con moretones en todo su cuerpo.
Hinata soplaba la taza en sus manos sin despegar la vista del Uzumaki, había batido su propio récord puesto que hacia tiempo que pasaba a su lado ¡y sin desmayarse! Ciertamente sentía orgullo por eso.
Acompañando a los niños estaba el único adulto al que pudieron acudir, su sensei Iruka Umino veía a los infantes sintiendo dolor de tan solo verlos así de lastimados.
Fuera del lugar, Minari hacia catarsis con el único que podía y realmente quería escucharla; Kakashi.
—Sólo un segundo me descuide, solo un segundo dattebari, ¡y míralos! Tienen tantos golpes como si fueran a clases de boxeo. ¿Y la niña? ¡Demonios, sus padres van a matarme! Querrán degollarme te lo aseguro, conozco a los Hyūga recuerda que yo hice equipo con uno de ellos. Y ellos... tienen una extraña fascinación con degollar. —Mirando a un lado, se fue totalmente del tema. Pero tras percatarse volvió en sí.— ¡Pero ese no es el punto! soy una pésima tutora, 'ttebari...
Las lágrimas se asomaron a los ojos de ella, Kakashi solo se acercó para darle un abrazo en intento de tranquilizarla.
—Sabes que eso no es cierto, eres muy buena cuidando de ellos. No te hagas eso a tí misma.
Las palabras del peliplata sumando al abrazo lograron su cometido, la Uzumaki logró calmarse.
—Kakashi, gracias. En verdad yo no sé que haría sin ti.
Cortando el abrazo simplemente quedaron de manos entrelazadas, mirándose con una sonrisa.
—Ahora mismo estarías saltando de algún acantilado. —Entre risas, Kakashi habló en broma provocándole reír a ella.
Las risas de ambos se mezclaron, lo que no sabían era que los chicos ya habían acabado su té y fuera del lugar, observaron la escena.
El ceño del rubio rápidamente se frunció ante ello.
—Parece que tu "mami" te consiguió un papá. —En tono burlón, el Uchiha provocó al rubio quien le dedicó una mirada de enojo.
—¡Cállate!
—Tú cállate, idiota. —Sasuke respondió seguido del rubio.
Hinata veía la escena de Minari y el Hatake dejando volar su imaginación, ignorando totalmente la discusión a su lado.
"Tal vez en un futuro... Esos podríamos ser Naruto y yo." —Pensaba la Hyūga con una mano en puño que mantenía a la altura de su pecho.
Iruka, por su parte intentaba calmar —sin éxito— a los niños.
—¡Con o sin tu ayuda hubiera resuelto todo, de veras, lo tenía todo bajo control!
