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Narrador Omnisciente.
—¡Minari-chan! —Se escucha una voz conocida a las espaldas de la nombrada, quien al voltear se encontró con la mejor amiga de su madre, Mikoto.
—Mikoto-san, ¡que gusto verla, 'ttebari! —Habló la pelirroja de larga melena.
Su cabello crecía cada vez más, hoy decidió traerlo suelto y esto le hacía lucir una similitud que traía con su madre y su tía.
—El gusto es mío. —De ojos cerrados y sutil sonrisa, la pelinegra devolvió aquella calidez que recibió en su saludo.
Sus ojos instantáneamente se posaron en aquel bebé rubio que la jovencita traía en brazos con gran alegría.
Y Minari, fascinada veía el rostro dormido del pequeño Sasuke, descansando en los brazos de Itachi.
—¡Es muy tierno! —Susurró Minari, a lo que Itachi asintió sonriente.
—Lo mismo digo, Naruto es adorable. —Exclamó con risitas dulces Mikoto.— Ahora mismo estoy por llevar a los hermanitos a una sección de fotos.
—¡Que bien!
—¿Quisieras acompañarnos? Sasuke y Naruto saldrían muy bien juntos.
Minari no dudó en aceptar tal propuesta, aún sabiendo que no tendría cómo pagar esa sesión, sabía que Mikoto ofrecía todo desde el corazón.
Y posiblemente le pida hacerle alguna que otra compra cuando Itachi se encuentre muy ocupado.
🍥🍥
En las fotos, Itachi posó primero con su hermano en brazos, luego cada uno solo, y finalmente ambos bebés, Sasuke y Naruto se acostaron pancita abajo, mirando la cámara. Una foto que sin dudas se la quedó Minari.
El resto del camino todos volvieron juntos hasta que llegó un momento en donde debían separarse, puesto que los hogares quedaban en direcciones opuestas.
Pero antes de separarse, Mikoto habló:
—Minari-chan, —Exclamó, teniendo la atención de la mencionada.— Si en algún momento se te dificulta la crianza de Naruto, yo puedo ayudarte. Sólo ven a casa, da igual el horario, sé que los bebés pueden ser muy inquietos.
—¡Mikoto-san, no se preocupe, dattebari! —De sonrisa Minari agradeció.
—¡En verdad, no hay problema! Cuenta con nosotros. —Sonrió la adulta, al igual que su hijo mayor.— Itachi también ayudará.
—Cuando guste puede llamarme, Minari-san. —Exclamó el pequeño con su hermanito dormido en brazos.
—Mikoto-san, Itachi-kun... Les agradezco por todo esto, este día fue increíble para mí, hace mucho no me relajaba así... No tengo cómo pagarles, dattebari.—Exclamó entre lágrimas que secó de una mano.— ¡Pero, ustedes también cuentan conmigo, incondicionalmente! —Habló con alegría.— ¡Y con Naruto, 'ttebari!
