Hᴇsɪᴛᴀᴛᴇ ᶜʰⁱˢʰⁱʸᵃ ˢʰᵘⁿᵗᵃʳᵒ̄ [CANCELADA]

03. Fireworks

Chishiya pasaba a verme de vez en cuando, y para cuando él llegaba tenía una galleta para él, muy probablemente solo iba para comer, pero al menos me entretenía hablar con él un rato mientras comía.

—Y supongo que no fue tan difícil graduarme, solo mucha disciplina.—le decía a Chishiya mientras el comía su galleta.

—Sigues viva almenos.—dijo él.

—¿Y tú?¿Cómo fue tu experiencia?

Chishiya termino su galleta y luego lanzó la envoltura al cesto, posterior a ello, se cruzó de brazos y me dirigió la mirada.

—La carrera es agotadora. Aún no terminó por completo realmente, nunca terminas de estudiar con la medicina.—sonreí levemente, justo con eso que había dicho, había sobrepasado lo máximo que me había dicho desde que lo volví a ver.—Pero es mi vida, supongo.

—Siempre le digo a mi madre que... Mi tarbajo es mi vida; ella jamás entiende.

Chishiya me dirigió la mirada, por un momento sonrió y luego desvío la vista.

—Probablemente nuestros padres se infartarian al ver qué hablamos.—balbuceo Chishiya.—Deberia hablar más contigo.

Esboze una sonrisa ante su comentario.

—Asi que tienes problemas con tus padres.—Chishiya alzó las cejas indicando un "sí".—Almenos en algo nos parecemos.

Chishiya volvió a sonreír.

—Aún sigo sin entender porque se odian.

—No lo sé, pero sea lo que sea. Es perfecto para infartarlos a ambos.—dijo él, para luego revisar mi máquina de signos vitales.—Debo volver al trabajo, pero vendré al final de mi turno.

—¿Porqué tan pronto?—Chishiya alzó los hombros.

—Para ver qué no estés muerta.

Chishiya solo dijo eso y salió de la habitación.

—Que agradable.—dije por lo bajo, con claro sarcasmo.

Y volvió en la noche, está vez el trajo una galleta para mí; nos pasamos alrededor de tres horas platicando acerca de nuestros padres.

Estoy segura de que si un psicólogo nos escuchará, nos mandaría a un manicomio.

Pero al final de todo, al menos pudimos ver qué no éramos tan diferentes como pensábamos.

Chishiya y yo seguimos viéndonos, aún a pesar de que ya no estoy en el hospital. Y de hecho, mi tiempo en el hospital logró ser más entretenido con él.

Volví a mi trabajo y pude volver a distraerme de lo exterior, sin embargo tenía este impulso por seguir hablando con Chishiya, aún a pesar de que él ya tenía un total pensamiento de lobo solitario sin amigos.

—¡Chishiya!—Chishiya, quien iba saliendo del hospital, dirigió su mirada a mi y luego hizo una mueca.

—¿Porqué sigues viniendo?—cuestiono él cuando estuve cerca suyo.

—¿Tanto te molesta? Solo intento ser tu amiga.—Chishiya enarcó la ceja, luego puso los ojos en blanco.—Si te molesta, me voy.

Me dispuse a irme, me di le vuelta, pero sorprendentemente Chishiya me tomó del brazo.

—No dije que te fueras.—quejó él.

Lo voltee a ver y me le quede viendo, él negó levemente con la cabeza.

—No te necesito.—alze las cejas por un segundo en señal de entenderlo pero no de mucho interés.—Eres irritante y yo prefiero estar solo.

—Dime algo que no sepa.