05. 𝖫𝗂𝖾 𝗍𝗈 𝗆𝖾

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𝖢𝖺𝗇𝖼𝗂𝗈́𝗇 𝗋𝖾𝖼𝗈𝗆𝖾𝗆𝖽𝖺𝖽𝖺 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗅𝖺 𝗅𝖾𝖼𝗍𝗎𝗋𝖺:
𝑆𝑡𝑎𝑦~𝐴𝑟𝑖 𝐴𝑏𝑑𝑢𝑙

Takeru Danma decidió confiar completa y plenamente en mi, lentamente me convertí en su mano derecha y todo lo que fuese su problema, podía pasar por mis manos. Procuraba cuidar del sombrerero tanto como el cuidaba de mi.

—Take, debes tomar algo para tu dolor.—reclamé ante él, con una pastilla en manos para que se la tomará para su dolor de cabeza.

—Debe pasarse solo.

—Take.—Takeru me observó, luego suspiro y acepto la pastilla.

—A veces me recuerdas a mi madre, que pesadilla.—esboze una sonrisa para él.

—Lo lamento, soy así.

Habían muchas personas siguiendo a Takeru, le tenían fé y era lo más parecido a un dios que tenían en ese lugar. Sin embargo, cómo era de esperarse, su poder sobre todo era de envidiarse entre algunas personas.

Con quién más solíamos tener problemas era con Aguni, y yo personalmente, con el tal Niragi que siempre lo seguía a todos lados tal y como yo estaba a lado de Takeru.

—¡Eres una zorra!—aclamó Niragi hacia mi cuando le negué rotundamente tocar a una chica que no deseaba ser tocada por él.

—¡Y tu eres un maldito bastardo!—le reclamé devuelta.

—¿Ah si?¿Ah si? Pues si tan valiente me saliste, ven a pelear.

—¿¡Eso que carajos tiene que ver?!

—¡Ven, hija de puta!

—¡Ya!¡Por un demonio!—aclamó Ann hacia ambos.—¡Parecen perros y gatos!

—Que va, de verdad pareciera que son los problemas de Takeru y Aguni personificados.—dijo en un susurro Kuzuryu.

—No hemos terminado, zorra.

—Bien, cara de nabo.

Niragi chasqueo la lengua y luego prosiguió a irse sin más con un gesto de disgusto hacia mi.

Kuzuryu tenía razón, pareciese que Niragi y yo encarnaramos los problemas que Aguni y Takeru jamás mostraban. A veces solían decir que éramos sus soldados, y peleábamos por nuestros jefes.

El punto aquí, es que llegue demasiado alto en la playa tan solo por la fé que Takeru tenía en mi, y la cuál se convirtió lentamente en afecto, el cual yo también tenía por él.

—¡Joshi, cariño!—esboze una sonrisa al ver a Takeru bajarse de su auto con gloria, acababa de regresar de un juego para recargar su visa.

—¡Take!—Joshi se me acercó y me dió un fuerte abrazo.

—¡Mi preciosa Joshi, te he traído un obsequio!—aclamó con alegría Take en el abrazo.—¡Te va a encantar, lo sé!

—Take, sabes que no es necesario.—Takeru se separó de mi y luego aplaudió dos veces.

Hecho aquello, su pequeño sequito, comenzó a movilizarse. Frunci el ceño con confusión al verlos tan movidos.

—Dejame taparte los ojos.—dijo Takeru mientras se posaba detrás mío y me tapaba los ojos.

Escuchaba pasos y voces, pero no tenía idea de lo que sucedía.

—¿Lista?—asenti lentamente.—¡Todos cuenten conmigo!

¡Tres!

¡Dos!

¡Uno!

Hᴇsɪᴛᴀᴛᴇ  ᶜʰⁱˢʰⁱʸᵃ ˢʰᵘⁿᵗᵃʳᵒ̄ [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora