Hᴇsɪᴛᴀᴛᴇ ᶜʰⁱˢʰⁱʸᵃ ˢʰᵘⁿᵗᵃʳᵒ̄ [CANCELADA]

08. 𝖫𝗂𝖾𝗌

Tal y como se lo pedí a Arisu, el me acompañó a un juego para que renovaramos nuestras visas. Él parecía  algo nervioso e incluso angustiado; deduje que estaba de tal manera ya que su "amiga" Usagi había ido a otro juego que no era el suyo.

—Ella va a estar bien.—le dije.

Arisu alzó la vista, luego de unos segundos de verme bajo la mirada.

—Luce cómo una mujer fuerte y autosuficiente, Arisu.—dije honestamente.—Volvera a salvo y victoriosa.

El juego al que Arisu y yo entramos, fue algo muy cercano a un acertijo. Por mi lado tome un rato en descifrar cómo resolverlo, no lo supe al segundo como Ann, pero almenos pude resolverlo. Al final solo esperaban que Arisu lo resolviera. Y lo hizo.

—Felicidades Arisu, nos salvaste el trasero a todos.—le dije cuando el agua paro de subir.

—Madura Hiro.—me dijo Ann mientras se abría paso entre todos para salir.

—Un gusto también Ann.—dije hacia ella mientras buscaba la perilla de la puerta para abrirla y drenar el agua.

Desvié mi vista a Arisu, el cual estaba recargado en la pared con las manos en la cabeza por el estrés.

—Hey Arisu.—llamé y el me volteo a ver.—Ven acá.

Y el agua se dreno rápidamente, la mayoría tuvo que agarrarse de algo por la fuerza del agua en su contra, Arisu llegó rápidamente hacia mi por la fuerza del agua.

—¿Cuántos años tienes?—Arisu hizo una mueca muy cómica cuando le pregunté aquello, por lo cual no pude evitar reír un poco.

—¿Mi edad?¿Para... Para qué?—cuestionó con nerviosismo.

—Solo escupelo, Arisu.—le dije mientras lo tomaba de la camiseta para salir de la habitación, él trago en seco de una manera muy estrepitosa.

—Veinticuatro.—admitió él en un tono apenas audible.

—¿Porqué te apenas? Aún eres muy joven.

—Lo dice como si me ganará por mucha edad.

—Uno; no me hables de usted, háblame de tú.—dije algo incómoda ante la formalidad.—Y dos, tengo treinta.

—¿¡Treinta?!—exclamó incrédulo.

—Si, lo sé.

Desvié a Arisu de ir al auto por un segundo.

—Perdiste a dos personas muy importantes a una muy corta edad Arisu. Eres muy fuerte para seguir.—Arisu bajo la mirada.—Este lugar no es sencillo ni menos justo. Sin embargo de alguna manera decidiste salir adelante después de perder algo que te causaba felicidad.

Arisu se mantuvo callado con la mirada baja.

—¿Qué eras antes de venir aquí?

—No era nada.—dijo rápidamente, para luego alzar la vista y verme directamente a los ojos.—Alguien inservible.

—Nadie es inservible, Arisu.—dije por lo bajo.

Arisu mantuvo su vista en mi, una leve sonrisa se le escapó.

—Por lo que veo eres muy negativo. Así que...—hice una pequeña pausa mientras el seguía con su vista en mí.—¿Qué es lo que te ha traído hasta aquí Arisu?¿Qué te motiva a volver a casa?

Su respuesta me daría justo lo que necesitaba para saber si debía confiar en él o no.

—Yo...—Arisu frunció los labios por un momento y luego tomó valor para hablar.—Yo le prometí a mis amigos que volvería a casa por ellos, que no me rendiría.