09.𝖳𝗁𝖾 𝗁𝖺𝗍𝗍𝖾𝗋 𝗂𝗌 𝖽𝖾𝖺𝖽

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Mientas mas avanzaba el tiempo, mi miedo aumentaba cada vez más en respecto a la salud e integridad de Takeru. Me preguntaba constantemente que sucedería en la ausencia de él. Tal vez todo recaería sobre mi y tendría que ser lo más fuerte posible para soportarlo todo por sobre mis hombros sin romperme o caer.

Pero quitando sus consecuencias socialmente...

¿Qué sería de mi?

Takeru comenzó a protegerme desde el momento en el que llegué a este raro y retorcido país. Me tomó de la mano y me guío por todo el camino hasta que supo que podía valerme en ese lugar por mi cuenta, tal como un padre hace con sus hijos. Me preparo para la vida sin él.

Yo no conocí a Takeru de ninguna manera antes de llegar aquí, pero afortunadamente lo conocí de alguna manera. Lo conocí justamente cuando lo necesitaba y el me conoció justo cuando me necesitaba; es el perfecto caso de "llegaste a mi cuando te necesite".

Takeru es un hombre complejo y raro; algunas personas solían llamarlo "El Sombrero Loco" en nombre al mismo, pero por otro lado; algunas personas lo veían como un dios, alguien que los guiaba hacia la luz. Pero en mi caso, yo solo lo veía como un hombre que intentaba mantener la esperanza y paz a su manera, un hombre filosófico cuando se embriaga y además un buen hombro en quien apoyarse.

Más que nada, Takeru es de mi familia.

Lo amo como una hija ama a su padre, y lo aprecio tal cual lo acabo de decir.

Y es por eso mismo que considero que su perdida será algo difícil para mí, y este evento se veía cada ves más cerca. Y algo en lo que acababa de decir el sombrero me daba escalofríos. Él iría a un juego para renovar su visa, pero algo en ello me molestaba y me daba mucha inseguridad.

Tal vez debería ir con él.

—Hiro.—pare de disasociarme por un segundo cuando escuché la voz de Chishiya, el cual encendió la luz de la habitación y luego se volteó hacia mi mientras se sentaba al igual que yo.—¿Qué te pasa?

Observé a Chishiya el cual tenía los ojos apapujados y una mueca de cansancio en el rostro; voltee mi rostro para observar mis manos sin decirle nada.

—Hiro, ¿hay algo que te esté molestando? No haz podido dormir, y estas muy callada.

—¿Ahora te preocupa que esté callada?—Chishiya lanzó un suspiro y luego volteó su cuerpo hacia mi.

—Si, me preocupa.—admitió, yo voltee hacia él nuevamente.

Chishiya alzó su mano y la puso sobre las mías.

—Hablas hasta por los codos, y es raro que no lo hagas. Me preocupa eso.—mi ceño se hizo confuso ante sus palabras.

¿Acaso estaba mintiendo?

¿O decía la verdad?

—Tan solo quiero ir a casa.—dije por lo bajo, mintiendo claramente.

—¿Qué extrañas de ahí? Si no mal recuerdo éramos igual de miserables.

—Tan solo... No me gusta aquí, quiero ir a casa.—Chishiya lanzó un suspiro agotado, luego alzó su mano y me la puso en la nuca, me dió un beso en la frente y luego recargo su frente en la mía.

—Tal vez vuelvas.

—Que positivo.

—No estoy mintiendo.—dijo él.—No se si se pueda volver a dónde venimos, así que solo podemos decir un "tal vez".

—¿No quieres volver?

Chishiya se me quedó viendo, frunció el labio y luego me soltó.

—Duerme un poco.—dijo antes de volver a apagar la luz.

Hᴇsɪᴛᴀᴛᴇ  ᶜʰⁱˢʰⁱʸᵃ ˢʰᵘⁿᵗᵃʳᵒ̄ [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora