Hᴇsɪᴛᴀᴛᴇ ᶜʰⁱˢʰⁱʸᵃ ˢʰᵘⁿᵗᵃʳᵒ̄ [CANCELADA]

04. Madhatter

Creía que mi mundo era un desastre total en donde lo bueno y lo malo eran demasiado sencillos de reconocer. El mal abundaba y la mayoría de nosotros éramos peones en un juego sin justificación.

Hasta que llegue a Borderland.

Así se hacía llamar está extraña tierra a la que llegue después de ver los fuegos artificiales. No había sentido alguno en lo que ocurria en este lugar.

Tan solo cerré los ojos por un segundo, y cuando los abrí, ya nisiquiera estaba en el mismo lugar. Estaba sola.

La ciudad estaba desolada y nisiquiera Chishiya estaba ahí. Desde ahí me tuve que valer por mi misma.

No fui la única sobreviviente de mi primer juego, tuve un corazón demasiado débil como para no ayudar a las demás personas en él. No entendía lo que pasaba, pero tenía que hacerlo.

Mi primer juego fue el cinco de corazones.

Fue algo inhumano, claro que sí. Y todos se comenzaban a traicionar entre ellos para salir de ahí, pero no podían entender que la solución al juego, era no hacer justamente lo que hacían.

No me considero alguien muy inteligente, pero tan solo esa vez no entendí si había sobrevivido por mi intelecto o tal solo por mi humanidad.

—¡Gracias!¡Gracias!—me agradeció una chica al salir del juego.

—No es nada, pero disculpe... ¿Qué fue lo que acaba de pasar?

—¿Acabas de llegar?—aaentí ante el cuestionamiento de la chica.—Estas en Borderland...

—¿Qué es Borderland?

—Borderland es una tierra sin reglas.—la chica y yo desviamos la mirada al oír una voz ajena.

Ante nosotros apareció un hombre con traje de baño.

—Una tierra de libertad, pero claro la libertad tiene precio.—fruncí el ceño.

—Disculpe ¿Usted quien es?—cuestione al verme confundida ante su presencia.

—Me llamo Takeru Danma, pero puedes llamarme "Sombrerero".—dijo firmemente él.—Todos me llaman así.

Asentí levemente.

—Bien, sombrerero. ¿Podría decirme cómo rayos paso esto?

El hombre se me quedó viendo, al parecer le dió un vistazo a mi placa.

—¿Oficial de policía? Vaya, me encanta.—voltee hacia mi derecha para ver si la chica seguía ahí, pero se había esfumado.

Tal vez este hombre la había asustado.

—Si...—susurre.—Disculpe pero no entiendo realmente que acaba de pasar y solo quiero figurarlo.

El hombre junto las manos y esbozó una sonrisa.

—Bien, yo te explicaré.—dijo él firmemente.—Pero tendrás que venir conmigo, estarás más segura en la playa.

—¿Playa?—el sombrero asintió.

—Pero primero.—observe al sombrerero hacer unos movimientos raros con las manos, luego paso su mano por detrás de mi oído y saco una carta de cinco de corazones.—Esto te pertenece.

Con confusión tome la carta que me estaba ofreciendo.

—Ven.—el hombre me extendió su mano, yo le observé unos segundos, luego suspire y la tomé.

Parecía confiable.

Y lo era.

Conocí al sombrero después de mi primer juego, el me llevo a la playa, en donde el estaba creando una utopía para todos los que se encontraban en Borderland, quería darles un respiro de esperanza. El sombrerero fue muy hospitalario conmigo, y me mantuvo a su lado mucho tiempo, me cuido el tiempo suficiente para acostumbrarme a la tierra en la que estamos.