Hᴇsɪᴛᴀᴛᴇ ᶜʰⁱˢʰⁱʸᵃ ˢʰᵘⁿᵗᵃʳᵒ̄ [CANCELADA]

15. 𝖱𝖴𝖭!

Una nueva etapa de los juegos estaba por comenzar, había una presión constante sobre mi cuerpo que cada vez se volvía más y más fuerza y comenzaba a dormirme las manos; pensaba que al cabo de un rato tal vez todo eso se convertiría en un inevitable ataque de ansiedad que acabaría con la poca sanidad que me quedaba. Puse mis manos a los lados del lavabo para apoyarme, luego hicei cabeza hacia atrás mientras tomaba una bocanada de aire; apretuje los ojos antes de mirarme al espejo, al verme hice una mueca mientras observaba mis moretones y rasguños.

Mi cuerpo se comenzó a sentir extraño, varias partes de mi cuerpo comenzaron a tener el impulso de moverse bruscamente por ansiedad, dolía el tener tanta energía concentrada en un mismo lugar sin poder calmarlo; al cabo de unos segundos comenzé a apretar la mandíbula intentando canalizar el dolor agudo que me causaba, e inevitablememte di un quejido.

—¿Hiro?—retrocedi unos pasos poniendo la espalda contra la puerta, no quería que Chishiya entrará.

Desde que pasó lo de nuestra charla, Chishiya no se ha despegado de mi ni un momento; comenzó a estar pendiente de todas mis necesidades, como si fuera una niña.

—¿Estás bien?

—Dejame sola.—pedí sentándome en el suelo sin dejar de obstruir la puerta, me pase las manos por el cabello y luego acerque mis piernas a mi pecho para abrazarlas.

—¿Segura?—me quede viendo al suelo del baño, mi cuerpo se retorció cuento una memoria de mi limpiendome la entrepierna vino a mi memoria, no le respondí a Chishiya y solo me oculte entre mis piernas.—Oye, se que es difícil para ti, es común deprimirse después de lo que pasó.

—¡No estoy deprimida!—exclamé algo irritada.

Chishiya mantuvo silencio.

—No tienes que estar sola.—siguió hablando él.—Y no me refiero a ser yo estrictamente quién esté contigo, puedo llamar a Kuina o el tonto de Arisu.

—Ve por Arisu.—dije después de meditarlo un rato.

—Ahora vengo.

Me quedé en el suelo abrazando mis piernas, hice una mueca cuando mis piernas comenzaron a temblar.

—¡Josh!—lanze un suspiro de alivio al oír la voz de Arisu fuera del baño.

Con las piernas temblando, me levanté del lugar en donde estaba, luego con lentitud tome la.perilla de la puerta y la abrí; al ver hacia afuera pude ver el rostro de angustia de Arisu.

—¿Necesitas ayuda?¿Qué hago?—trague en seco, y luego alze los brazos hacia Arisu, el los abrió y se acercó a mi para luego otorgarme un abrazo, aunque el fuera quien estuviera por debajo de mi.

Arisu suspiro y me apretó con fuerza, me sobó la espalda con calma.

—Ven, siéntate.—me pidió con calma, yo le seguí hasta la cama de hotel donde nos habíamos hospedado hasta el principio de la siguiente prueba. Ya en la cama, me senté y él prosiguio a ir al baño.—¿Sabes? Solía tener muchos ataques de ansiedad y pánico cuando peleaba con mi papá.

Miré hacia el baño, Arisu iba de un lugar a otro.

—Y bueno, en ese tiempo... Karube y Chota tuvieron que acoplarse a ello, y aprendieron a tratarlo, así que ya sabian que hacer para calmarlos antes de que empezarán.—al cabo de unos segundos, salió del baño con una bandeja de agua y una toalla.—¿Puedo?—pregunto mientras mojaba la toalla en la bandeja, yo solo asentí.

Arisu tomo la toalla mojada, y luego la paso por mi nuca mientras levantaba mi cabello.

—Bien, ahora respira conmigo ¿Si?—desvie mi vista a Arisu, quien inhaló profundamente, yo solo lo seguí en ello.