¿Y ahora qué?

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Nope, nope, nope.

Xue Yang retrocedió, un par de pasos hacia atrás, sin querer imaginar lo que era tener que pararse sobre una hoja que no era más ancha que su pie y que definitivamente no podía soportar el peso de dos personas adultas. ¡Iba a romperse! ¡Esa porquería iba a romperse en pleno vuelo!

¡No tenía pruebas, pero tampoco dudas!

Tal cual lo pensó, lo expresó—. ¡Y una mierda! ¡No pienso subir sobre eso! ¿Estás loco?

Song Lan, al ver eso, arrugó el entrecejo, comenzando a exasperarse por la actitud tan ridícula que estaba comenzando a adoptar el delincuente desde la mañana.

—¿A qué estás jugando?

Xiao Xingchen parpadeó confundido. Si no pudiera saberlo mejor, parecía que el otro estaba aterrorizado.

Casi quería reírse de la expresión del delincuente hacía cinco segundos.

Haló al chico, obligándolo a plantar los pies sobre Shuanghua—. Andando.

Xue Yang ciertamente no quería 'andar', y luchó como un jodido gato salvaje de montaña antes de siquiera permitir que lo subieran a esa cosa, ganándose múltiples miradas recriminatorias por parte de ambos Daozhang. ¿¡Por qué ponen esas caras!? ¡Él estaba reaccionando como cualquier persona en su sano juicio lo haría!

—¡Hey! ¡No, no, no! ¡XingChen! ¡XingChen! ¡Podemos negociar! ¡Esper-- AAAAAAAAAAAHH!

Comenzó a gritar como si estuviera en una película de terror, sintiendo la forma en que la espada se suspendía varios metros en el aire y dejaban la seguridad de la tierra. Montar sobre una espada se sentía tan inestable y poco seguro que tuvo que luchar abiertamente por mantener el equilibrio, aferrando sus manos atadas a las mangas de Xiao XingChen para tener algo a lo que aferrarse, ocultando su rostro en el hombro del cultivador aún no-ciego.

El pánico invadió su voz—. ¿¡Por qué mierda no me escuchas!? ¡Estúpidos taoístas! ¡Es por eso que se extinguieron, hijos de puta!

[Advertencia: El comportamiento que está adoptando es inusual y ha violado las normas. Se le restarán--

—¡JÓDETE TÚ TAMBIÉN

—¡Xingchen!

La reacción fue tan repentina, anormal e histérica, que Xiao Xingchen casi pierde el equilibrio en su espada, a lo que Song Lan se alarmó desde su propia espada.

El chico se había prensado a su cuerpo, con un terror propio de un aldeano común y corriente.

¿Qué no era este Xue Yang, el terror de Kuizhou?

—¡Xue Yang!-- ¡Vas a tirarme y entonces sí vas a tener motivos para gritar!

El cultivador lo sujetó con fuerza, volviendo a hacer que ambos buscaran el equilibrio en Shuanghua, mientras se preguntaba qué diablos estaba sucediendo.

—¡Tal vez no me movería tanto si alguien dejara de tener jodido algodón en lugar de cerebro y me escuchara por una vez!

Encontró un poco -solo un poco de estabilidad cuando el Daozhang lo sostuvo, viendo que, a pesar de su complexión delgada y de apariencia delicada, era bastante fuerte.

Lo cual sería un alivio, si no sintiera que iba a resbalar cada vez que sentía sus pies en la hoja de la espada. El sistema volvió a hablar.

[Violación: OOC. -40 puntos. Puntos restantes: 150]

Gruñó, frustrado e incomprensiblemente cansado, hundiendo su cara en Xiao XingChen. ¿Qué carajos con todo eso de los puntos? ¿Por qué había un sistema en primer lugar? ¿Se fumó algo antes de dormir? ¿Su compañero de habitación estaba viendo un reality show y por eso lo soñaba? ¿O solo era él siendo esquizofrénico?

¡La salvación del villano escoria! ✿┊ XiaoXue/ XueXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora