Cicatrices que nunca sanan.

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Tras una exhaustiva explicación del uso de la identificación y un debate muy largo sobre la necesidad de un número de ciudadano, Xiao XingChen fue a bañarse. Xue Yang decidió, entonces, dejarle un pequeño momento de privacidad a su Daozhang y dejar de romper tanto las bolas -por un momento- para comenzar a leer la serie de apuntes que había escrito durante esos días, dejando a un lado las palabras que aún no reconocía para buscarlas después.

Además, pudo ver su celular ya cargado y... era extraño. Ver tantas cosas que en su época no existían, adaptarse a ellas, hacerse a la idea de que eso era verdad y sería su nueva realidad a partir de ese entonces.

Vagamente, se preguntó qué había sido del alma de su reencarnación.

Se encogió de hombros. Esa mierda no era problema suyo, en su lugar buscaría la forma de aprovechar al máximo esa oportunidad y, esta vez, mantener a Xiao XingChen para sí mismo. Con suerte también podría encontrar a A-Qing, si es que en esta vida también era huérfana.

Luego de horas de navegar y cuando la pantalla de su teléfono se puso-- rara, al haber entrado a una página de traducciones totalmente confiable, fue a buscar al otro chico de nuevo.

—¡Daozhang! ¡Mi celular tiene un virus! ¿Qué mierda es un virus?

Xiao XingChen, sentado en la pequeña sala de estar con la cabeza colgando en el respaldo del sillón, dejó de tocar su propio cuello con los dedos para girarse hacia la voz, y estiró esa misma mano para que le diera el celular, cerró la pestaña y se sentó decentemente en el sillón.

—Es... como una enfermedad de los celulares o computadoras. Que pueden ser fáciles de eliminar o terminan dejando inútil el aparato. Ahora — volvió a ingresar lo que suponía están buscando y le mostró la pantalla — Las que tienen un punto verde al final de los caracteres azules son las que debes usar, las demás evítalas

Xue Yang resopló como un caballo, mirando el aparato como si fuera un gran enigma que no era capaz de comprender en lo absoluto; y eso quizá es porque realmente lo era.

—¿Por qué mierda hacen la existencia más complicada? Pensé que los cultivadores eran estúpidos por hacer dramas de sus vidas, pero ustedes son infinitamente peor.

—Esta época tiene sus ventajas y sus desventajas, solo es cosa de lidiar con ello de la mejor manera.

El delincuente chasqueó la lengua—. Tonterías.

Sus ojos dejaron de ver por un segundo la pantalla del pequeño aparato tecnológico y... cayeron en el cuello desnudo de Xiao XingChen, enfocándose por un segundo en algo que había llamado su atención por el rabillo del ojo.

Cuando la realización llegó, su rostro, corazón y mente se quedaron en blanco. Todos al mismo tiempo.

—Eso... es...

Al chico del futuro no le tomó mucho tiempo sentir la mirada de su compañero sobre su cuello. Y bueno, al juzgar por la cara que tenía en ese momento, seguro le estaba haciendo pensar lo peor. Le regresó el celular a Xue Yang y usó parte de su cabello para cubrir su cuello, intentando a su vez cubrir la incomodidad de alguien, independientemente de quién fuera, siempre se quedara viendo la cicatriz. 

El maquillaje evitaba miradas y la posibilidad de ser juzgado, pero en raros momentos como esos donde no tenía la oportunidad de haberlo puesto antes, siempre atraía ese tipo de atención.

Carraspeó, intentando mantener la voz tranquila—... No es lo que piensas. Es una marca muy rara y desafortunada de nacimiento. No intenté suicidarme, ni intentaron asesinarme.

Xue Yang no dijo nada al respecto, completamente absorbido por la ola de pensamientos que lo atacó en ese momento, y su mano izquierda tembló por la necesidad de actuar, dudando de si debería o no tocar.

¡La salvación del villano escoria! ✿┊ XiaoXue/ XueXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora