El regreso del villano escoria.

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La mañana siguiente llegó, y con ella el llamado a su habitación, con un miembro de los Lan pidiendo la presencia de los cultivadores y la del joven en 'apuros'. Xue Yang se quedó muy callado, sin saber cómo retomar la conversación luego de lo ocurrido anoche. Además había vuelto a tener otra de esas pesadillas, o mejor dicho... recuerdos.

Menos intenso, pero presente. Igual que todos los días.

Se sintió aturdido durante gran parte de la mañana. Cuando salieron y fueron guiados hacia el exterior, en camino a la misma sala de antes, se dio cuenta de lo temprano que era, con el sol aún sin salir del todo. Miró a los dos hombres a su lado, exactamente de la misma forma en que lo hizo con la niña. Observó sus rostros. Si lo que sea que ocurría tenía resultados, no quería despedirse así de ellos.

Lan Qiren los recibió, haciéndoles un gesto para sentarse.

A su lado había un par de pergaminos y libros, perfectamente ordenados—. Espero que hayan encontrado su estancia agradable.

—Así fue, gracias.— Xiao XingChen agradeció por el resto, mientras se sentaban a esperar instrucciones—.Entonces, el ritual comienza ahora. ¿Podemos ayudar en algo?

Xue Yang sudó un poco por los nervios, sin saber exactamente qué expresión poner o qué pensar de lo que le harían en ese momento; por supuesto, eran los Lan, y eran confiables, así que todo estaría seguro en sus manos, a menos de que su existencia en ese plano temporal también los hubiera cambiado y convertido en una secta satánica donde adoraban al señor Belcebú y comían bebés para el desayuno.

Pero fuera de sus paranoias, quería irse, antes de que Lan Qiren continuara.

Sus ojos miraron la puerta. Si podía salir corriendo y esconderse antes de que empezara entonces quizá...

El señor colocó un guqin en frente de ambos, tocando un par de notas para comprobar que las cuerdas tuvieran la tensión adecuada. Luego, respondió a la duda de Xiao XingChen.

—Al ser una técnica de nuestra secta, me temo que tiene prohibido hacerlo, pero puedo garantizar que es efectiva y no hay margen de error, salvo que el alma de la persona haya perdurado demasiado dentro de este plano. —esta vez, miró directamente a Xue Yang, absoluta, mortalmente serio—. Entrega tu espada y cualquier otro artefacto que poseas.

Por supuesto, Xue Yang entendió rápidamente que eso era por seguridad... en caso de que el villano volviera. Sacó todo lo que tenía en las mangas y cinturón, incluída la espada nueva que nunca utilizaba, y se las entregó a los otros Daozhangs.

Quería abrazarlos, puta madre.

Pero el orfanato no había criado perras débiles, así que simplemente asintió y no la hizo más larga—. Gracias por todo, Xiao Daozhang, Song Daozhang. También tú, A-Qing.

Song Lan le dio una reverencia muy corta y poco pronunciada, a modo de despedida, con la niña imitándolo de mala gana.
Xiao XingChen por el contrario, hizo una reverencia un poco más efusiva y le sonrió, mirándolo con profundo cariño y algo de contención.

—Fue un gusto. Que todo salga bien.

Xue Yang devolvió la sonrisa exactamente con la misma cantidad de amor, creando un momento con una atmósfera claramente heterosexual. Asintió brevemente antes de volver. Cerró los ojos y respiró: estaba listo.

Lan Qiren comenzó a tocar, entonces, una música de patrones muy específicos, con notas agudas y tranquilas. Xue Yang sintió cómo su conciencia se desvanecía, y una sensación extraña de mareo lo invadió. Los sonidos y colores a su alrededor se volvieron borrosos y distantes, como si estuviera siendo arrastrado hacia otro lugar, otra época. El poder de la canción parecía estar funcionando en verdad.

¡La salvación del villano escoria! ✿┊ XiaoXue/ XueXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora