Gata rompehogares.

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Xue Yang tuvo esos sueños de su vida pasada, otra vez.

Pero se sintió más largo en cada despertar, más pesado, como una eternidad; y si bien era consciente de que cualquier cosa que estuviera pasando ahora era producto de una inserción de su alma en una época y lugar que no correspondía, no podía evitar sentirse extraño.

El libro que había leído, ¿era real? ¿O solo otro hueco en su memoria que se había perdido por el camino, como los nombres de su compañero y las mascotas? ¿Estaba muerto?

Era difícil concentrarse en eso, sin importar lo urgente que fuera, cuando en cada día de viaje se apegaba a XingChen, Song Lan y A-Qing como si fueran su familia, actuando como si esa fuese su vida, como si siempre hubiera pertenecido allí. Y mientras más cerca se encontraban de su destino, menos quería pensarlo.

Recordar que no era su tiempo, ni su lugar.

A la mañana siguiente tras su breve estadía en Moling, retomaron el rumbo a Gusu por los aires, volviendo al viaje en espada. Xue Yang, aún utilizando la máscara que había diseñado su Daozhang para él, observó la forma en que ambos posicionan a Fuxue y Shanghua a unos centímetros del suelo, levitando en espera de sus dueños.

—Ya que lo de antes había sido sólo una excusa, esta vez no habrá más paradas —los labios de XingChen se curvaron, divertido, bajando de nuevo el tono de voz—. ¿O preferirías ir con mi buen amigo?

Xue Yang inhaló.

Que bello día.

Los pájaros cantaban, el sol brillaba, la brisa llenaba el ambiente de una suave frescura, habían desayunado muy bien y SU DAOZHANG QUERÍA MATARLO OTRA VEZ. ¿Por qué tuvo que defender su heterosexualidad cuando estaban en Kuizhou? ¡Si no hubiera abierto la boca, habrían abandonado el tema de las espadas por completo y continuarían felizmente a pie!

Giró para ver a Song Lan, luego volvió a XingChen—. Él no se va a contener y me tirará de la espada tan pronto como grite.

—¿Cómo crees? —XingChen hizo un tono que, posiblemente ni él creía—. Verás que sólo les hace falta convivencia. ¡ZiChen! Xue Yang viajará contigo esta vez, me llevaré a A-Qing.

El otro cultivador giró su cabeza cuando escuchó su nombre, medio procesando la información.

Algo de 'Xue Yang' y 'viajar con él' no terminaba de conectar en su cerebro.

—¿Cómo dices?

—¡Que no viajaré contigo bajo ninguna circunstancia! Nunca. Es más, ¡si quieres finge que no estoy aquí! ¡Yo me iré caminando, los alcanzo después!

QUÉ LE PASABA A XIAO XINGCHEN. SONG LAN LO IBA A MATAR, Y ESTA VEZ EN SERIO. 

Ondea, ondea, adiós, adiós. Xue Yang se va caminando solito.

—Ya deja de ser un cobarde; has viajado dos veces. Empieza a acostumbrarte.

Xiao XingChen tiró del cuello de su túnica y lo arrastró hasta Shuanghua, mientras A-Qing se acomodaba de nueva cuenta en la espada del otro cultivador.

—¡XingCheeeeeeeen!

Xue Yang chilló, luchando para evitar volver a poner sus pies en una hoja metálica. Nunca iba a acostumbrarse a eso. ¿Qué esperaba el Daozhang? ¿Que solucionara sus fobias en dos segundos? ¡Pues no, así no funciona la psicología!

Tras algunos momentos de forcejeo ridículo por parte de él y tras una rápida resignación, volvieron a subir por los aires, mientras XingChen se preparaba mentalmente para el mar de charlas sin sentido, quejas y lamentos que vendrían de parte del otro chico.

¡La salvación del villano escoria! ✿┊ XiaoXue/ XueXiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora