¡La salvación del villano escoria! ✿┊ XiaoXue/ XueXiao

¡Cuidado, una ciega a la vista!

Qué carajo.

Era todo lo que pasaba como una mantra en la cabeza de Song Lan, pese a tener restricciones del lenguaje en su templo desde el principio de los tiempos.

Miró a XingChen, como pidiendo por una explicación real por parte de su amigo.

Las palabras de Xue Yang le parecieron estar en una especie de código, usando palabras como 'lo siento', 'arrepentido', 'futuro'.

—Xue Yang-- está hablando en serio —exclamó XingChen, con una pequeñísima parte de él aún dudando—. Él... no es el Xue Yang que conocimos. Al menos, no de la misma línea de tiempo y... aún hay cosas un poco confusas, pero si le das una pequeña oportunidad te darás cuenta de que está buscando tu perdón.

Se acercó al oído de su amigo, dejando a Xue Yang abandonado un momento.

—Quiero decir, sólo míralo. El Xue Yang que conocimos preferiría haber muerto apuñalado antes de esconderse detrás de mí.

Song Lan pensó que tenía un punto.

Y Xue Yang, al verse privado de la protección del Daozhang, entrecerró los ojos cuando los vio secretearse entre ellos, poniéndose el gorro de aluminio para comenzar a teorizar sus propias conspiraciones, ¿estaban elaborando un plan para matarlo? ¿Para llevarlo ante otra secta menos flexible? ¿Para echarlo fuera del país y dejarlo en manos de mercenarios rusos?

O quizás solo se estaban susurrando cosas bonitas, como los novios que eran. Ay, el amor.

Esperó allí, muy tranquilo y en modo uwu, como si estuviera dando tiempo a que tomaran una decisión, siendo un buen chico para el Daozhang de blanco... aunque hablar de sí mismo como si fuera una mascota tal vez no era la decisión más inteligente.

Aún así, abrió la boca para explicarle la situación, tal y como lo había hecho con XingChen.

—Yo vengo de seis años en el futuro. Morí de una puñalada en el corazón, siendo asesinado por Lan WangJi para pagar por mis crímenes, y por alguna razón terminé en mi cuerpo de quince años. —movió su mano como si fuera una muñeca de trapo—. Estoy arrepentido de lo que hice en mi otra vida, así que quiero... ¿evitar que eso ocurra de nuevo y redimirme? XingChen dijo que me castigaría.

—Es cierto —respondió, respaldando al menor—. Ya le he dicho lo que espero de su parte si desea comprobar que quiere redimirse. Y aceptó.

Song Lan hizo una mueca de insatisfacción e incomodidad. Aún con todo lo que ambos le estaban diciendo, sonaba a que querían tomarle el pelo. ¿Xue Yang engatusó a XingChen y ahora lo usaba para protegerse?

No, XingChen era más listo que eso.

O eso quería creer.

—Entonces... ¿cuál es el plan? —preguntó de manera tosca, asumiendo que nuevamente tendrían al indeseable pegado a sus túnicas.

—Pensaba en desplazarnos a una ciudad llamada Yi... He oído por varias personas que es una zona olvidada por las sectas y los cultivadores en general. Al estar tan apartada, suena como un lugar adecuado para ayudar.—y sonaba como un lugar lo suficientemente lejano para que alguien siquiera supiera el nombre del delincuente de Kuizhou.

Xue Yang casi quiso llorar en cuanto escuchó el nombre de la ciudad desolada salir de boca de Xiao XingChen, recordando el arco. Mierda, se iba a poner sentimental.

«Es donde tú moriste, y él también, y yo.»

Carraspeó, los sociópatas en potencia no lloraban—. Pasé por allí antes, Daozhang. El lugar tiene un feng shui horrible, pero está rodeado por montañas rocosas y las cacerías nocturnas con cadáveres no son tan frecuentes, así que--