Capítulo 8. Celo

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8

Ya habían pasado cuarenta y cinco días desde que Louis decidió entrenar a los omegas, y poco más de tres meses desde que Harry llegó a su poder. El tiempo pasó sorpresivamente rápido para todos. Niall y Louis estaban maravillados con los avances de Zayn y Liam, ya podían manejar las armas con facilidad y, a pesar de querer estar siempre juntos, inconscientemente se estaban volviendo su propio refugio.

Estaban en el campo improvisado de entrenamiento que se había montado semanas atrás para que los omegas practiquen con todas las seguridades el tiro de las diferentes armas. Ahora se encontraban pasando una prueba impuesta por Louis. Debian confiar, confiar en que no serian lastimados por el otro.

Niall y Louis se encontraban en los pisos superiores, observando como Zayn estaba parado frente a Liam con una botella de vidrio en su cabeza. Liam por su parte debía disparar hacia el objeto, de fallar se llevaría la vida de Zayn fácilmente, pero todos en la sala sabia que eso no ocurriría. A pesar de la timidez y nerviosismo que mostraba Liam en un inicio, este se había visto opacado por sus distintas habilidades desarrolladas en el trascurso de las semanas.

Sin esperar una orden se oyó el disparo. Louis ahogó un grito debido a la impresión, el no esperaba que en serio lo hiciera. El sonido del vidrio cayendo a los costados del omega moreno se escuchó en la habitación, seguido de un suspiro que mantenía Niall resguardado en su pecho y el pequeño chillido que soltaron ambos omegas por la impresión. El ojiazul sonrió, esos omegas se habían ganado un espacio en su corazón, convirtiéndose en algo fundamental para su día a día.

Para Louis, despertar cada mañana y recordar como ahora tenia a dos bellos omegas bajo sus alas era una buena motivación para empezar su día con el pie derecho. Su parte animal amaba saber que ambos cachorros, como había decidido apodarlos, estaban a su cuidado.

Despertar cada mañana, recordando que llevaba un par de omegas bajo sus alas, era una buena razón para seguir en su trabajo. Esos omegas dependían de él, y Louis quería que eso algún día dejará de ser así para que ellos se valieran completamente por sí mismos.

Saliendo del lugar se dirigieron hacia la orilla del mar, ambos omegas abrazados por los hombros hablando entre risas. Harry por su lado se mantenía unos cuantos metros atrás, observando con detenimiento el paisaje. El alfa prefería mirar cualquier cosa que no sea los estúpidos y arriesgados entrenamientos del omega. Una semana atrás Liam salió herido debido a una prueba similar, la bala de Zayn le rozó el hombro y tuvo una herida lo suficientemente profunda como para necesitar tres puntos. Y aun a pesar de la reducción de movilidad en su brazo el omega lo hizo practicar los siguientes días.

El estaba consiente de que en el campo de batalla había una gran posibilidad de sufrir alguna herida y se verían en la obligación de seguir adelante a pesar del dolor. Pero aun así no le parecía correcto exponerlos a tales situaciones. No se estaban preparando para una guerra.

—Ya saben lo que viene —Escuchó la voz de Louis y dirigió su mirada hacia él, lo que venía era sin suda la parte menos favorita de los omegas.

La prueba consistía en resistir a la voz de un Alfa, las ultimas semanas después de cada entrenamiento con armas venia este. Los omegas aun eran demasiado débiles para Louis como para resistirse a la voz de un alfa nivel nueve.

Los omegas llenaron de aire sus pulmones, formando puños con las manos, ellos podrían aguantar, resistirán. Niall, por otro lado, miraba fijamente a Liam, era el más dócil de los dos.

—Omega— con su voz alfa inició, a pesar de no haber dado una orden directa, Liam emitió un gemido lo suficientemente fuerte como para superponerse ante el sonido de las olas que chocaban e la orilla. El perdió.

Domador de AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora