Capitulo 11. Tiempo

276 43 28
                                    

11

El omega se limito a evitar el contacto visual mientras suspiraba para luego tomar aire e iniciar su relato.

— No me juzgues

— Será difícil – bromeó el alfa, en un intento de aligerar el ambiente. El omega quejándose bajito se acercó y apoyó su cabeza en el hombro del mas alto.

— El día que regresamos de mi celo, mi omega estaba afligido. Los cuidados de Harry solo avivaron la extraña necesidad que tengo cuando está cerca, y bueno, el estuvo cuidando de mi gran parte del día....

Semanas atrás. Habitación de Harry.

— ¿Louis? —preguntó el alfa, extrañado por la presencia del omega tras la puerta de su habitación. Mientras tomaba una ducha percibió el ligero rastro a chocolate y galletas, acompañado de ¿ansiedad? ¿nerviosismo? Quizás ambos. No dudó en salir rápidamente e interrumpir su ducha.

— Uhm, hola – titubeó el omega, acompañada de una ligera risa nerviosa mientras trataba de mantener una postura firme frente a el.

— ¿Qué haces fuera de la cama? ¿Necesitas algo? —comenzó a inspeccionarlo con ojo de águila para detectar algún daño mínimo en él— Deberías estar descansando.

—Lo sé, pero no puedo dormir y además, duele un poco... —su postura era recta, pero jugaba con las mangas de su camisa.

El alfa cortó inmediatamente sus palabras comenzando a caminar fuera de la habitación — ¿Qué tan fuerte es? Podemos llamar un médico o te llevaré al hospital; mientras te traeré hielo y-

—Harry, sigues solo en toalla. —interrumpió, y vaya había olvidado que estaba semidesnudo.

—Oh, si. Estaba- como sea, ¿quieres entrar? Puedes esperar aquí mientras me visto o te llevo a tu habitación y esperas ahí. —parecía más nervioso ahora que recordaba estar en toalla y tener a un adorable y suave Louis en su puerta, vestido con unos pantalones cortos y camisa bastante larga pero floja, dejando a la vista sus clavículas. Sexy, así se veía el pequeño omega a estas horas.

—Puedo esperar aquí, solo no tardes. —decidió. El aroma de Harry estaba tan concentrado que su omega lo empujó a entrar, embriagado por las feromonas, se permitió dejarse llevar.

Caminó con cautela, mientras Harry estaba parado en el umbral de la puerta, analizando la situación y el hecho de que Louis estaba en su habitación. Probablemente dejaría su aroma. No le disgustaba la idea en absoluto; Aunque, la idea de tener que pasar tanto tiempo con Louis para ayudar a su fisioterapia en la habitación del omega, con su aroma, su persona, con él a solas... Tal vez era demasiado, podría ser incómodo o problemático, y tal vez debería tranquilizarse antes de liberar feromonas que expresaran su creciente crisis.

Pero no lo culpen, Louis Tomlinson simplemente es demasiado, en todos los sentidos, en toda la expresión de la palabra, mayoritariamente en el buen sentido.

—Puedes sentarte en la cama, tu tobillo debe doler —Habló, saliendo del transe—. De acuerdo, solo me pondré un pantalón, no tardo. —presionó sus labios, mirando lo dudoso que se veía el omega de tomar asiento en la cama.

Louis soltó un bajo quejido cuando su tobillo tuvo el mínimo contacto con el suelo, tal vez, y solo talvez estaba sobreactuando. Como si hubiera sido un llamado, Harry regresó de inmediato mientras terminaba de subir la bragueta de su pantalón.

— ¿Estás bien? —preguntó, con pura preocupación en su voz.

—Sí, solo está muy sensible. —mordió su labio inferior, mirando su tobillo todavía bastante morado.

Domador de AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora