Capitulo 13. Agua

257 31 38
                                    

13

La mañana de navidad en la casa Tomlinson se sentía la alegría. Fue el despertar más cálido que los omegas tuvieron en toda su vida. Estaban rodeados de obsequios, felicidad, tranquilidad y sobre todo amor; sentimientos que jamás habían recibido de sus familiares mas cercanos. Niall por su lado estaba rodeado por un aura gris, su aroma era triste. Nadie podía culparlo, el único miembro de su manada estaba aproximo a formar un lazo con su alfa.

Se sentía absurdo, ya eran adultos y en algún momento debía pasar, pero aun así era complicado para él. Si bien aún no se lo creía del todo, estaba pasando. Louis era su vida, su hermano, su familia, su todo. Debería confiar completamente en el marinero, pero su alfa no estaba cien por ciento seguro. Es verdad, él lo había impulsado y colaborado con todo el tema del cortejo, tanto al alfa como al omega, pero su lobo siempre estaba ahí, gruñendo en lo mas profundo de su ser, siendo territorial con su manada. Y en estos momentos estaba un poco quebrado.

—Lou. —pronunció, llevando una de las maletas del omega a la camioneta que llevarían. Los omegas ya se habían despedido del ojiazul y permanecían dentro de la casa, pues el clima estaba helado y al no ser omegas de invierno, no podrían resistirlo. El tampoco podía tanto.

—No es momento de ponerse sentimental. —sonrió, tomando la maleta para dejarla en la parte trasera y cerrar la puerta.

— ¿Qué crees que diría el Louis de hace un año si le dijera que iniciarás un cortejo con un marinero y usarías una corona de flores? —peinó el flequillo castaño, movió un poco la corona para que estuviera derecha, escuchando un gruñido de cierto alfa ojiverde a sus espaldas.

—Diría, Niall, deja de decir estupideces y ponte a trabajar o cortaré tus brazos ya que pareces no usarlos. —rodó los ojos.

—Sí, suena como mi Louis —otro gruñido se escuchó—. Deja de gruñir o voy a cortar tu garganta. —se giró a verlo, solo hubo un bufido de su parte y se alejó un poco para darles más espacio a los amigos—. No puedo creer que esto esté pasando, voy a extrañarte. —abrazó por sorpresa al omega, pero fue correspondido con el mismo cariño.

—Solo me iré un mes, ya hemos estado separados. —frotó su espalda, liberando feromonas tranquilizadoras.

—Pero ahora te irás junto a un alfa, regresarás enlazado, mi testarudo y viejo amigo está creciendo, ya no eres el pequeño omega que conocí en el orfanato o con el que me escapé de ahí. —posó su mejilla en el hombro del omega, estaba cerca del llanto.

—Niall, soy un adulto casi en sus treinta, obviamente crecí y no soy más ese omega.

—Corazón de hielo. —se quejó, rompiendo el abrazo.

—Sí, sí, soy el rey de la insensibilidad, nada de sentimientos, todo un omega de invierno. —rodó los ojos, pero una sonrisa adornaba su boca, tratando de no contagiarse de la nostalgia del alfa.

— ¿Llevas suficiente ropa, mantas? ¿Armas, cuchillos? No olvides tu celular, llámame si necesitas cualquier cosa, no- solo debes tocar la marca e iré lo más pronto posible. —tocó la marca en su muñeca, Louis imitándolo.

—Estaré bien, llama si ocurre algo y necesitas que regrese.

—O encárgate tú mismo porque el cortejo no puede ser interrumpido —intervino Harry, subiendo al lugar del piloto—. Era capitán de fragata y viví en internados militares, estaremos bien.

—Yo me preocuparía más por molestar a Louis y hacer que te ponga una bala en la cabeza. —dijo entre dientes.

—Basta, alfas siempre estúpidos. —negó.

Domador de AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora