— Los Walcott fueron los primeros. Al menos los primeros que sabemos. Cuatro asesinatos. Sean, su hermano y sus padres. Los mató un asesino profesional llamado el Mudo. El arma usada fue un hacha de guerra militar, pero Peter Hale mató al Mudo tras su intento de volar a Derek con una mina Claymore. El siguiente fue Demarco. Llevó un barril de cerveza a la fiesta de Lydia en la casa del lago, y lo decapitaron afuera de su auto. Y, anoche, Carrie Hudson, veintitrés años.
— Es una lista negra, una lista de muerte de las criaturas sobrenaturales — explicó Scott a papá, antes de entregarle un papel — Esta es solo una parte. Aún hay que descifrar el resto.
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— ¿Quién encontró está lista? — pregunto Noah.
— Lydia — respondió Stiles.
— ¿Cómo?
— Ella la escribió — respondí yo está vez — La transcribió sin darse cuenta.
— ¿Banshee?
— Banshee — dijimos Stiles y yo al mismo tiempo.
— Hermoso — comentó con sarcasmo — ¿Qué indican estos números junto a los nombres?
— Llegaremos a eso. Primero, debes saber que rompieron el código con una clave cifrada.
— ¿Te referís a una contraseña?
— Es un nombre.
— Allison — habló Scott bajando la vista.
— Su nombre descifró un tercio de la lista.
— Y creemos que hay otras dos claves — dijo el morocho.
— Lo cual nos dará el resto de los nombre — los tres asentimos — De acuerdo, ¿cómo conseguimos las claves?
— Tal cómo conseguimos el código. Lydia.
— Pasa el fin de semana en la casa del lago tratando de hablar las otras dos claves. — hablé — La estuve acompañando junto con Malia y Kira.
— Ustedes no sabían sobre Demarco o Carrie. ¿Qué hay de estos dos nombres en la lista? Kayleen Bettcher y Elías Town ¿También son hombres lobos?
— No lo sé, pero Deaton dijo que el Nemetón atraería a criaturas sobrenaturales — respondió Scott.
— ¿A Beacon Hills? ¿O al condado de Beacon? En Beacon Hills hay menos de treinta mil habitantes.
— Y bajando. — le dijo Stiles ganando una mala mirada de papá.
— Pero si nos referimos al condado, estamos hablando de casi quinientos mil habitantes. ¿De cuantos hombres lobos, banshees, kitsunes o lo que esté allá afuera estamos hablando? — ninguno de los tres contestó — ¿Y qué pasa si la próxima clave no revela doce nombres sino cien?
