𝑳𝑨𝑻𝑰𝑵𝑨 ━ Teen Wolf

𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍

━━━━━ 𝐀𝐈𝐋𝐄𝐍 ━━━━━

— ¡CERRÁ CERRÁ!

— ¿TE PARECE QUE TENGO UNA LLAVE? — ironizó Stiles

Y aquí estamos, tratando de que el alfa no nos asesine mientras cerrábamos las puertas de la escuela.

— Agarra algo.

— ¿Qué?

— ¡Cualquier cosa!

Stiles puso su cara de tener una idea y miro hacia el exterior de la ventana. Dirigí mi vista y vi las pinzas.

— Stiles no.

— Si — me dio la linterna y salió.

— ¡Stiles! — gritamos Scott y yo al mismo tiempo.

Stiles se fijó que no estuviera el alfa, fue hacia las pinzas y pudimos ver como el Alfa salía detrás del Jeep de Stiles.

— ¡STILES! ¡REGRESA! ¡STILES! — empezamos a gritar, él nos miró, luego giró su cabeza viendo como el alfa iba hacia él

Entró y puso las pinzas entre las puertas, nos asomamos a la ventana, pero el Alfa ya no estaba.

— ¿Dónde está? — Stiles me agarró la linterna y la apuntó hacia afuera pero no vimos nada.

Nos alejamos de las puertas — ¿No resistirá verdad? — preguntó Scott.

— Probablemente no — dijo Stiles.

— Que alentador — dije con sarcasmo. Nos quedamos en silencio y escuchamos a un lobo aullar, probablemente el alfa y empezamos a correr hacia el aula — El escritorio — dije y lo empezamos a mover.

— Esperen, esperen. La puerta no lo va a mantener afuera — dijo Stiles.

— Lo sé — dijo Scott.

— Odio a tu jefe.

— ¿Qué?

— Deaton, el alfa, tu jefe.

— No.

— Si, asesino de hombres lobo psicópatas.

— No puede ser.

— Oh, vamos, ¿desaparece y diez segundos después esa cosa llega y arroja a Derek? ¿No es suficiente?

— No, no es el.

— Mató a Derek.

— No, Derek no está muerto. No puede estar muerto.

— ¿Le salía boca de su sangre, okey? Eso no califica una herida menor. Esta muerto y seguimos nosotros.

— Bien y entonces ¿qué hacemos?

— Vamos a mi Jeep, tenemos que salir de aquí. En serio debes pensar en renunciar a tu trabajo.

Yo me acerqué a las ventanas para ver si estaba el alfa, pero algo me llamó la atención al ver el Jeep de Stiles.

— Creo que no vamos a poder.

— Optimismo es lo que te falta Ailen — dijo Stiles.

— No, en serio, algo le pasó a tu Jeep — dije, él se acercó rápidamente viendo el capó de su auto destruido.

— ¿Pero que...?

Pero antes de que pudiera completar la pregunta una ventana al lado nuestro se rompió.

Ambos me cubrieron con sus cuerpos para que no me cayera ningún vidrio y nos tiramos al piso. Cuando todo los pedazos de vidrios dejaron de caer ambos sacaron sus brazos dejándome libre.