𝐅𝐎𝐑𝐓𝐘

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━━━━━ 𝐀𝐈𝐋𝐄𝐍 ━━━━━

Luego de que dejarán a Isaac, el que me sostenía me soltó haciendo que caiga al piso para luego irse.

Lleve mis piernas a mi cuerpo temblando, no me podía mover del miedo, no entendía que es lo que había pasado.

La puerta se abrió sola. Allison y Chris entraron.

Mi amiga fue corriendo hacia Isaac y Chris se agachó a mi lado.

— ¿Estás bien? — yo asentí aún con lágrimas en mis ojos.

— Se está congelado, papá. Es como hielo — dijo asustada Allison.

Al oír sus palabras me levanté súper rápido hacia él.

Lo traté de tocar y era verdad. Estaba congelado.

— Isaac, mírame — le habló Chris agarrándole la cabeza pero este no reaccionaba

— ¿Qué le está pasando? — pregunté confundida.

— Isaac, vamos. Escúchame, debes transformarte. Mírame — le pegó una cachetada — Debes provocarlo. Vamos. ¡Transfórmate! — Le pego tres veces más hasta que lo hizo.

Isaac volteó con sus ojos amarillos y volvió al instante. Se sentó al lado mío.

— ¿Los vieron? — les preguntó.

— ¿A quiénes?

— Eran cinco — dije yo esta vez — Iban vestidos de negro. No pude verles la cara. Estaban cubiertas.

— ¿A qué se refieren? ¿Cómo máscaras?

— Le vi los ojos a uno — habló Isaac — Eran amarillos verdosos como.... cómo una luciérnaga.

— El sistema de seguridad no se disparó — dijo Chris mientras se fijaba las ventanas.

— ¿Y cómo entraron? — preguntó Allison.

— No lo hicieron — dije mientras negaba con la cabeza — Fue como si salieran de las sombras — Isaac agarró mi mano, lo mire, me limpie las lágrimas y le sonreí.

— ¿Sabes que significa? — preguntó mi amiga a su papá.

— No estoy seguro. Escuchen, los tres, no cuenten lo que pasó durante algunas horas.

— ¿A nadie? — preguntó Isaac.

— Solo veinticuatro horas.

— Podrían haberlos matado, papá.

— Pero no lo hicieron, y creo que hay una razón. Es posible que me buscaran a mí.

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Llegué a mi casa junto a Isaac, quien se ofreció a acompañarme.

— Gracias — él me sonrió — ¿Querés entrar?

El me miró por unos segundos y luego asintió sonriendo.

Al entrar nos dimos cuenta que no había nadie así que fuimos directo hacia mi habitación.

— ¿Estás bien? — me preguntó.

— Si, sí. ¿Vos lo estás?

— Si — sonrió.

Me acosté en la cama, le dejé un lugar a Isaac e hice una palmaditas en la cama para que se acueste al lado mío.

Se sacó las zapatillas y se acostó, lo abracé y nos quedamos así un largo rato.

𝑳𝑨𝑻𝑰𝑵𝑨  ━ Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora