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No pasaron muchas cosas en estos cuatro meses, por suerte nada más que paz y tranquilidad.
Chris y Allison, unos días después de lo que pasó con Gerard, se fueron a Francia.
Unas semanas después Jackson también se había ido a Europa, exactamente a Londres, por orden de los padres, quienes pedían una explicación de cómo su hijo, el cual estaba muerto, apareció vivo sin ninguna de las heridas que tenía al morir, y quizá las que hubieran causado su muerte.
Con respecto a nosotros, todo empezó a mejorar bastante una vez que habíamos dejar de correr por nuestras vidas y comenzar a vivirla como tres adolescentes normales. Scott fue a la escuela de verano para regularizar sus notas, Stiles.... siguió siendo Stiles, haciendo las mismas cosas antes de que nuestro amigo sea mordido, y en cuanto a mí, establecí una relación estupenda con mi mamá, todo mejoró después que Nicolás, mi padre, se fuera, aunque suene raro e irónico nos volvimos más unidas que nunca. Sin contar que con los Stilinski nos juntábamos casi siempre a comer en su casa. Con el paso de los meses comencé a ver a Noah como un padre, quien me cuido siempre al igual que Stiles, el cual es un hermano. Somos como una familia. Por otro lado estaba Thomas, quien todavía no hablé con él y seguramente siga pensando que soy una loca y tendría que ver a un psicólogo por todo lo que le dije.
Pero, fuera de ese pequeño detalle, estoy bien y feliz.
— ¿Estás listo? — le pregunté a Scott, quien se iba a hacer un tatuaje, y tenía una sonrisa plasmada en la cara como cuando a un nene le dan un chocolate.
Entramos y Scott le dio un dibujo al tatuador de como lo quería.
— Amigo, menos mal que me hiciste un dibujo — comentó irónico.
Solté una risa al oírlo, recordando el dibujo que me había mostrado en el Jeep. Era bastante simple, es decir, muy simple, hasta un niño de jardín podría dibujarlo.
— Oye, Scott, ¿seguro que no quieres algo así?
Desvíe mi mirada hacia Stiles, quien sostenía un libro con varios ejemplos de tatuajes, giró el libro dejándonos ver a un lagarto parecido al Kanima.
— ¿Estás bromeando, verdad?
— ¿Demasiado pronto? Si — se contestó a sí mismo para luego seguir mirando los diferentes bocetos de tatuajes — No lo sé amigo ¿estás seguro de esto? Estás cosas son bastantes permanentes, ¿Sabes?
— No cambiaré de opinión — aseguró Scott.
— Bien, pero ¿por qué dos bandas? — volvió a preguntar.
— Simplemente me gusta.
— Pero ¿no crees que el primer tatuaje debería tener algún significado o algo?
