Navidad, año nuevo y una despedida

8 0 0
                                    

Navidad y año nuevo.

Luego de aquella reunión todo salió bien, al siguiente día despedimos a Oscar en el aeropuerto.

La incomodidad con Zac se fue quitando al paso de los días, aún así, seguía sin hablaré, solo cuando mis padres y los suyos estaban.

Era noche buena y como siempre nos íbamos a la casa del lago, antes de eso empeque unas cosas.

Pare cuando vi una carta, la carta que me había dado Zac. Casi al instante la puse entre las hojas de uno de mis libros.

Luego metí unas cosas a la mochila que me llevaría a la casa. Por último guarde la computadora en una mochila que era la de mano.

Cerré la puerta mi habitación de golpe. Baje apresurada hasta la calle lo cual volví a cerrar la puerta cerrandora con llave. Me meti a la camioneta de los padres de Zac.

El estaba ahí en el asiento trasero como siempre. El tenía la cabeza recargada en el asiento mirando por la ventana. Ahora el me estaba ignorando.

Apreté mis labios, sentandome hasta el otro extremo. El padre de Zac nos vio por el espejo, le sonríe, volteado a la ventanilla.

Me puse los audífonos y cerré los ojos.

Llegamos luego de un rato, ayudamos a bajar las cosas de la parte trasera de la camioneta. Quería que tan solo unos días las cosas fueran como antes.

Camine a la habitación de Zac  luego de a ver dejando la última cosa en la mesa. El estaba recostado en su cama.

—¿Zac? —murmure.

—¿Hmh?

Me pase sentadome en la orilla de su cama.

—¿Podemos hacer que nunca te dije nada solo por esta semana? —apreté el collar que le me había dado.

El se sento recargado su espalda en la pared.

—¿Solo por esta semana? —no le dije nada, a pesar de que el pregunto —. Esta bien.

Me arcerco a él, abrazandome.

—Te extraño Zac—murmure en su pecho —. Ojalá las cosas fueran diferentes.

Más tarde estábamos cenando los seis alrededor de la mesa, y como si no hubieran pasado los años estábamos ansiosos por todo.

Mis padres y los de Zac estaban en el patio junto al lajo mientras que Zac y yo nos sentamos en la sala viendo películas.

—¿Crees que si las personas son destinadas a estar juntas, no importa los años? —me pregunto Zac, algo confundido.

—Si. Las personas están destinadas no importa cuando estén juntos, porque tarde o temprano lo estarán.

Solo faltaban quince minutos para las doce. Zac y yo tomamos los regalos para dejarlos en el patio.

Dieron las doce y vinieron los abrazos. Nos repartimos los regalos, a pesar de que Zac y yo no nos hablamos durante días, yo le llevaba algo y el a mi.

Cuando terminamos de abrirlos.

Yo le di dos camisas, una decía que el amaba ver películas de barbie y la otra: amo a mi mejor amiga.

Por otro lado a él le habían regalado un auto, claro que solo estaba en una caja la llave, sus padres me dieron me dieron una caja llena de libros. Mis padres a Zac le dieron una gran gana donde venía un gran trofeo donde en la parte superior venía "para el mejor" mientras que a mi un álbum de todos mis recuerdos hasta la fecha, estaba nostálgica.

TENGO QUE IRMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora