Alegrías

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Septiembre

De regreso a nuestras casas, me di cuenta de que Oscar y yo podíamos llegar a ser muy buenos amigos. Nos pasamos nuetras redes sociales. Y cuando se despidió me dio un beso en la mejilla y un gran abrazo.

Zac y yo vivíamos un poco más alejados que lo demás, nos bajamos de aquel camionsito para caminar a nuestras casas.

—Me alegro de que te la pasaras bien —admitió Zac, abrazando mi mochila.

Asentí.

Hubo unos momentos de silencio,  cuando estuvimos en la mitad de la calle, el me dio mi mochila. Aunque no nos decíamos nada, dentro de nosotros nos deciamos todo.

—Nos vemos mañana—me dijo el, dándome un abrazo.

**
Siempre he sufrido de que en los cambios climáticos siempre me enfermo, una que otra vez gravemente, otras es solo simple grita.

Pero esa vez sentía que iba a morir—dramáticame, claro—.

Tenia fiebre, dolor de cabeza y gripa. Por obvias razones no fui a ka preparatoria.

Zac :)

Llevo esperando más de veinte minutos.

¿Estás bien?

Yo: no iré. Otra ves estoy mala :(

En línea.

Escribiendo...

Zac :)

Despues pasaré. Cuidate.

Me quede completamente dormida luego del último mensaje de Zac.

Desperté aun más con gripa. Mi celular empezó a vibrar, curiosa lo revise.

Número desconocido.

Estás bien?

Zac me ha dicho que volviste a recaer con eso.

¿Necesitas algo?

Por cierto soy Noe. Zac me paso tu número espero y no te moleste.

Frunci el ceño, estornudando y a su vez limpiandome mi nariz.

Yo: no me molesta.

Estoy bien, gracias. Lo mismo de siempre alegrías.

Se supone que justo en ese momento teniamos la clase con el profesor.

Noe.

Me alegro mucho. El hecho de que estés bien, eh.

Yo: JAJA si

Deje el celular aun lado, para recostarme de lado.

Mi mamá junto con la mamá de Zac subieron a verme. Lo cual trajeron con ella varios pañuelos y comida.

Horas más tarde. En realidad como tres horas. Zac entro por la puerta.

Se sento en la orilla de la cama, tocando mi frente.

—Estás muy caliente—Frunció el ceño.

—Tengo mucho frío —murmure haciendo un ademán de taparme, el me quito la cobija —. ¡Oye!

—A ver dejame quitarte el sueter.

Me levanto con cuidado, alzó mks brazos para quítarmelo. Al final me recargue en su hombro.

—Iré a decirle a tu mamá en seguida vengo —hice un ademán de sujetarlo, pero fue imposible. Me recargue en la pared rodeando los ojos.

Zac regreso con mi mama, mientras ella me psuo trapos mojados en mi frente. Luego se encargo de eso Zac.

TENGO QUE IRMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora