Bar

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Entre al piso donde Ana, Hildra y Shasha estaban viendo la televisión.

Al verme se dieron cuenta de que algo no iba a bien. Sin decir nada me solté en llanto.

No podían pararme, solo estaba arrodillada llorando abrazándome a mi misma.

Cuando solté todo lo que traía me senté en el sillón recargando mi cabello en un costado del sillón.

—¿Quieres decirnos que pasa? —se atrevió a preguntar Ana.

—La mamá de Zac... La mujer que ha sido como una mamá para mi... No pudo salvarse del cáncer y...
Pensé que mis sentimientos hacía Zac se habían ido pero...

Solté un suspiró, no podía estar mal, tenía que ser fuerte. El mundo no se iba a acabar.

Al final me dejaron sola con Shasha.

—La forma que me miraba, Shasha. Esta jugando conmigo, duele, no se ni siquiera que somos. Porque no hay manera de que terminemos siendo algo.

—Son algo, Dana. Tu problema aquí es que tienes miedo de que el no sienta lo mismo que tú. No digo que sea tu culpa. Pero tal vez tengas que dejar de verlo un tiempo y dejar de hablar con él.

—Me beso —admiti—. Nos habíamos besado antes, ambos estábamos ebrios pero yo sí lo recordé pero el...

Solté una risa incrédula.

—Me enamore de él cuando nadie más lo veía. O eso decía el, la verdad siempre fue muy guapo pero tenía frenos y lentes el decía que nunca iba a tener novia, luego uso lentes de contacto y ya no fue necesario usar los frenos, entreno tan duro que logró estar en el equipo. Las porristaa as volvíeron locas por el. Y yo quedé solo como la mejor amiga —Shasha meneaba su cabwza—. E incluso nuestras madres creían que ibamos a terminar casados.

Ella se paro y me hizo que me parara.

—Es momento de que conozcas a más gente. Las chicas y yo iremos a un bar cercas de aquí. Te vamos a ponee mucho mejor de como estás ahorita.

No me dio tiempo de protestar, literalmente, me metió a mi habitación busco entre los bajones y cuando encontró un vestido rojo con puntos blanco lo puso sobre mi cama me hizo una seña de que me lo pusiera y salió.

Se me vino un pequeño recuerdo... Menee la cabeza y me quite la ropa que traía para cambiarme y arreglar un poco mi cara.

Salí de la habitación y las chicas ya estaban esperando.

No me dijeron a donde íbamos pero era la primera vez que salia de la residencia para ir a un lugar de New York. Shasha nos subió a su coche uno hermoso por cierto.

Llegamos al famoso bar que estaba como a quince minutos de la residencia. Allí no ocupamos hacer filas solo Hildra hablo con el guardia y nos dejaron pasar, me quedé plasmada abriendo más lo ojos. Entramos luego de eso.

La música estaba todo el volumen, había luces de todos los colores y hasta el fondo una barra.
Las cuatro fuimos a la barra pedimos unas copas y empezamos a bailar.

Necesitaba tanto esto.

En el mismo bar había un según piso donde había unas mesitas y sillas, me subi a tomar aire.

Había un chico, más alto que yo y con un cabello casi rubio. El se grio a mi y se acerco.

—Hola —murmuró el.

—Hola.

—Soy Antony. Nunca te había visto por aquí.

Me sonrió y es que era tan atractivo que me quede plasmada.

TENGO QUE IRMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora