Refusing | Hopemin |

Capítulo 23

La espera de ese texto se hizo eterna y me sentí inútil allí, esperando. Pero al mismo tiempo estaba agradecido porque habíamos sacado a la pieza unificadora de todo eso, JiMin.

Conforme fue pasando el tiempo, mi mejilla se fue inflamando más y tornándose de rojiza a morada. El omega insistió en entrar a conseguir hielo, pero jamás iba a entrar a esa casa. No estoy seguro de soportar escuchar a ese hombre un poco más por hoy.

En algún momento de la espera, quiso preguntar la razón de que DongHo y yo discutiéramos, como si nos conociéramos de toda la vida. Mi mirada severa le dió a entender que esa conversación aún no estaba en negociación. No en esa situación y con el hombre a solo unos metros y separados por unas cuantas paredes.

Fue un milagro que accediera a quedarse callado y no preguntar de nuevo. Algo raro en el omega, quizás se trata de sus nervios por toda la situación.

Cuando mi teléfono comenzó a sonar, avisando la llamada, también lo hizo el teléfono de JiMin. Ambos nos miramos antes de contestar.

Me aparté unos pasos para poder escuchar, el identificador marcaba que era SuWan.

No hubo necesidad de decirle nada, ella misma comenzó a hablar con rapidez. Dejando en claro algo que me tranquilizó en el momento, pero el resto de las cosas no fueron tan esperanzadores como me hubiera gustado que lo fueran.

—De acuerdo, hablaré con JiMin.— fue todo lo que pude decirles y luego les agradecí.

—Llegaremos en unos veinte minutos.— y colgó. Se escuchaba aun agitada, y un poco su tono molesto y exasperado.

Bufé también con molestia, y sacudí mi cabello. Eso llamó la atención de JiMin, que se había colocado frente a mi, luego de haber terminado su llamada primero.

—Nam dijo que todos están a salvo, solo unos cuantos fueron heridos, pero nada grave.— dijo con más tranquilidad —Quiero escuchar todo el plan.— exigió.

Asentí. Esta vez le expliqué como íbamos a tomar el ataque que haría la alfa Kim, no le mencioné quien era.

Omití demasiados detalles, como que me había carcomido la mente con la sola idea de que lo dañaran y, que su bienestar había pasado a prioridad mayor.

—Cuando descubrí que NamJoon si era alguien de confianza, entonces fue cuando hablé con él.— continué narrándole.

—He escuchado un poco de su antigua manera de vivir... él me comentó que puede recordar su mal pasado con respecto a ti, más no ha dicho nada, por respeto.— me comentó, en medio de mi relato.

—Si, en parte eso me tenía ansioso, porque no sabía nada de este nuevo NamJoon.— le respondí y luego continué —Pero él mismo fue quien contactó a las señoras Kang, y ha sido de gran ayuda... Nos reunimos hace unos días y planeamos todo, porque no había espacio para fallas; o te dañaban a ti y a todas esas personas de la huelga, o dañaban a mis amigos, y no podía permitir ninguna de la dos cosas... igual todo fue muy arriesgado, porque la persona que quería hacerte daño es alguien poderoso.— quise dejarle en claro que esto no era como un juego; y realmente luego de recibir la llamada de la señora Kang, no estaba tan tranquilo, pero ya hablaré de eso luego con el omega.

JiMin se acercó y su mano quedó a medio camino de tomar mi antebrazo, al igual que sus palabras quedaron en el aire cuando las señoras Kang entraron por los grandes portones de la residencia, en grandes camionetas.

Él me miró como desesperado por hablar, pero luego simplemente bajó el rostro y caminó en dirección de ambas alfas que iban bajando del auto.

Ambas se acercaron a abrazarlo y sonrieron diciéndole lo felices que estaban de verlo ahí sano y salvo. Luego caminaron en mi dirección.