Refusing | Hopemin |

Capítulo 42

Le pedí a Choi que me llevara a mi piso, iba a verificar que todo estuviera en orden y tomaría la motocicleta, lo cual nadie iba a impedir.

Luego de ello le presté algo de ropa común, para que no anduviera con su traje de vestir negro, demasiado llamativo.

Y cuando lo último del atardecer pinto el cielo, el sol dando sus últimos rayos, llegamos a casa de YoonGi.

—Relájate, y no te comportes como si yo fuera tu jefe... Solo somos un par de amigos.— le di una palmada en el hombro y agregué —Mis chicos van a agradarte.—

Entramos por la puerta del garaje, y respiré el aroma del aceite, tenía mucho tiempo de no reparar un auto en este sitio. O de reparar uno en las últimas semanas.

—¿Sucede algo?— preguntó WooJin. El nombre que luego Choi me dio a conocer.

Negué —Solo pensaba que probablemente no vuelva a reparar un auto en este lugar... es mi antiguo lugar de trabajo, lo que me dio una vida, digamos ostentosa.—

—Ya veo, junto a su amigo.— se aventuró a decir, aunque continuó hablando con honoríficos, pero supongo que vamos a ir lentamente entendiéndonos.

Asentí a sus palabras —YoonGi; ya lo vas a conocer, un abuelo la mayoría del tiempo, pero al final es como un padre y mejor amigo, todo en uno.— sonreí al pensar en el alfa de cabello gris y aroma a menta.

Continuamos por el pasillo hasta llegar a la sala de estar, desde antes se podían escuchar las voces de algunos y una que otra carcajada, especialmente la de Jin.

Los había extrañado.

Me quedé en la puerta de entrada con WooJin a mi lado. Todos se quedaron en silencio.

Hasta que JungKook habló —Me deben todos la apuesta, les dije que vendría vestido como vagabundo.— mostro su palma abierta sobre la mesita de centro, en dirección a todos esperando los billetes que comenzaron a llover en sus manos.

Y hubiera continuado mirando la escena divertida, hasta que mi mundo se detuvo.

Nuestras miradas se encontraron y dejé de escuchar el gran ruido que hacían los chicos.

Quizás nadie estaba notando como me estaba deshaciendo en mi interior, derritiéndome a una masa inexistente por su sola presencia.

Mi corazón tomó vida, y quise echarme a correr.

Pero una voz me sacó de mis pensamientos —Ven, HoSeok... pasa, que todos quieren escucharte.— YoonGi se atrevió a despertarme de la ensoñación.

Lo miré y pude leer sus labios "entra". Señaló unos espacios vacíos a su lado.

Tragué como pude todo ese nudo de emociones e intenté no prestar atención a mi cuerpo que estaba como una gelatina.

Mostré a WooJin, obligándome a hablar sin temblar un poco —Chicos, conozcan a Choi WooJin... él será parte de nuestro grupo ahora.—

—¿Eres su guardaespaldas?— JungKook el curioso no dudo en preguntar.

El chico hizo una reverencia y habló —Soy Choi WooJin, guardaespaldas personal del señor Jung.—

Ay Dios. Me pegué una palmada en todo el rostro. Esto iba a ser burlas para mucho tiempo.

Muchos uhh~ se escucharon, todos misteriosos lo llamaron para que se sentara entre ellos, comenzando a preguntarle de todo. Incluso si tenía cintas de karate o algo así, y cosas que no entendí bien.

Miré a Min que se mantenía callado, él estaba mirándome.

Señalé a la cocina y le hice una seña con la cabeza. Milagrosamente aceptó y se levantó.