"Al final, solo soy un jodido cachorro que no sabe nada de la vida... Que fue de rechazo en rechazo durante su niñez."
🐺Hopemin
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🐺Actualizaciones lentas
❗️Temas delicados.
❗️Narración de escenas sexuales ex...
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Hablar con YeonJun aclaró mis pensamientos, haber puesto todos mis pensamientos y sentimientos en palabras, simplemente me dejaron ver que debía hacer.
Y fue por eso que luego de ayudar a un poco a YoonGi en el garaje, por la tarde fui directo a la clínica. Arriesgándome a no encontrar a JiMin, por lo que decidí preguntarle a NamJoon, y respondió que esa tarde había una nueva charla, por lo que el omega debía estar presente. También dijo que tenía como cuarenta minutos para hablar con el hombre antes de que comenzara la charla
Al entrar por las famosas puertas de vidrio, no hubo oportunidad de preguntar, NamJoon estaba junto al recepcionista y simplemente señaló las puertas de vidrio de la sala de convivio.
Me dirigí al lugar y antes de entrar, suspiré. Al abrir las puertas, no obtuve su atención, lo vi seguir repartiendo papeles en silencio. A pesar de que la sala es bastante silenciosa, las puertas también lo son.
Pero la suela de mis zapatos se encargó de dejarle en claro que había entrado, eso, y mi aroma.
Nuestras miradas se encontraron y pude ver la tensión aparecer en sus hombros. Boté el aire que retuve en mis pulmones, ahora parecía cansado de verme; sus párpados estaban caídos y su cabello un poco desordenado.
—Te libero de la deuda.— dijo de repente.
Escucharlo liberarme, no estaba sintiéndose tan bien como pensé que sería. Mentiría si digo, es lo que realmente quiero.
Continué mirándolo repartir papeles, que no tengo idea de que tratan.
Me acerqué y le quité de sus manos algunos papeles. Comencé a repartirlos como una manera de canalizar los nervios —¿Esa es tu manera de disculparte o de decirme que estás tan molesto que, no deseas verme nunca más?—
Lo escuché suspirar, pero no lo miré —Es mi manera de darte lo que siempre has querido, tu dichosa vida aburrida.—
Rodé los ojos y me reí —Entonces estás molesto, porque normalmente el doctor Park no haría un intento tan patético de tratarme como una basura.— esta vez si lo miré.
—¿Acabas de llamarme patético?— estaba mirándome con una ceja arriba, interrogante e incrédulo.
Con una sonrisa divertida, asentí.
Rodó los ojos y bufó —Eres un idiota, todo el tiempo lo eres... No sé porque te escucho, nunca hablas nada interesante y así quieres que te tome como algo serio.—
—Ese es el problema, que tu no me tomas en serio; te lo dije, hablo muchas idioteces y me encanta hacerte enojar, pero también me gusta que me escuchen... Es tu culpa que no hable cosas serias.— me encogí de hombros, dándole a entender que él también tiene la culpa.
