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Hitomi miraba con desgano los rostros del resto de los directivos de la playa

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Hitomi miraba con desgano los rostros del resto de los directivos de la playa. Llevaban al menos 10 minutos reunidos ahí, pues se les había notificado que tendrían una reunión como mesa directiva, pero a pesar de todo el tiempo que había pasado, aún no hablaban.

La puerta se abrió, y por un segundo Hitomi pensó que se trataba del sombrerero, pero en realidad era Chishiya.

El chico se quedó parado a un lado de la puerta, llamando la atención del resto de ejecutivos. Chishiya miro a todos y cada unos en la habitación, y cuando visualizó a Hitomi, metió sus manos en los bolsillos mientras caminaba hacía ella para ubicarse a su lado.

— buenos días, Chishiya. —dijo Hitomi. El mencionado la miró sin expresión alguna. — digo, Shuntarō.

El chico asintió. Para Hitomi sería un poco raro tener que llamarlo de esa forma, pues sentía que al llamarlo así denotaba algo más serio, pero no le sería difícil acostumbrarse.

La puerta nuevamente fue abierta, y esta vez, se trataba de el sombrerero, junto aguni y niragi.

— ¡Buenos días a mis queridos ejecutivos! — exclamó el sombrerero extendiéndose de brazos. —disculpen la demora, surgieron algunas cosas.

Niragi miró a su hermana, y esta le sonrió como saludo. No habían hablado mucho después del incidente que habían tenido, y Hitomi sabía que su hermano no se disculparía, entonces sólo podía optar por hacer como que no le importaba y tratarlo como normalmente lo hacía. De todas formas, ella también tendría que pedirle disculpas, pues la discusión empezó gracias a que ella lo había golpeado primero.

Hitomi era demasiado sumisa, aún más cuando se trataba de Niragi. Para Chishiya no fue difícil notar eso.

— quiero que hablemos de algo importante. —dijo acercándose a la mesa en medio, invitando a que el resto hiciera lo mismo. — con cada día qué pasa, llega más gente a la playa. Algunos hábiles, otros inútiles.

Mientras el hombre hablaba miraba a cada miembro de la mesa directiva, sintiéndose internamente orgulloso de tener a los más hábiles para él.

— he decidido implementar algunas reglas, las cuáles ayudarán que el resto cumpla. —al saber que tenía la total atención de los miembros, asintió. — la primera, solo se podrá usar traje de baño. Así evitamos que personas ajenas a nosotros, usen armas.

Esa, aunque no era una regla minutos antes de la conversación, ya se ejercía con normalidad a la playa.

— segundo. Todas las cartas de otros participantes, pertenecerán a la playa. Asi nuestro objetivo de regresar a la primera persona al mundo real será más rápido.

De cierta forma, Hitomi sentía eso injusto, pero no prestó atención, pues era por una buena causa.

— tercera y más importante regla. — dijo pasando detrás de cada miembro. — cosas como ocultar cartas, intentar abandonar o amenazar la paz de la playa se cuenta como traición. Y la traición se pagará con muerte.

𝐃𝐈𝐓𝐓𝐎 ✘ 𝐂𝐇𝐈𝐒𝐇𝐈𝐘𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora