-¿Cuánto tiempo llevas en esto, Jacob?
-Tres años.
-¿Por qué? No lo entiendo. ¿Por qué haces esto?
-No sabía en lo que me estaba metiendo, sólo tenía 19 años, no sabía lo que hacía, necesitaba dinero y me dijeron que me pagarían una fortuna.
-Entonces, los coches, tu casa, esa ropa... ¿todo lo has comprado con el dinero que te pagaban por... por matar?
-Sí.
-Es increíble, no puedo creerlo. ¿A cuántas personas?
-No lo sé, no las cuento, supongo que bastantes.
-Entonces, ¿tus padres no saben nada?
-No, nada.
-¿No les resulta raro que tengas tantas cosas tan caras?
-Piensan que tengo un trabajo afortunado.
-Y ahora, ¿ahora quieres dejarlo?
-Sí, quiero dejarlo para siempre, me he metido en cosas en las que no debería haber llegado. Necesito que estés conmigo, tú me has enseñado lo que es el amor.
-Pero... yo...
-¿Qué pasa?
-Te quiero Jacob.
-El avión sale dentro de dos días, por favor piénsalo.
-¿Por qué me quieres? ¿Qué has visto diferente en mí para esto? Te has dedicado durante tres años a matar a criminales a cambio de dinero, sin sentimientos, y ahora, de repente, llega un día y dices enamorarte de mí, alguien normal, con una vida normal, y dices que quieres dejarlo por qué te he enseñado lo que es el amor. Dime, ¿por qué?
-Aunque te parezca que no tenga sentimientos, los tengo, y tú me has hecho descubrirlos.
-¿Qué se te pasó por la cabeza a los 19 años para decidir eso? ¿Qué?
-Discutí con mis padres cuando tenía 19 años y me fui de casa, no tenía donde ir y un mes después me dijeron eso, acepté, gané mucho dinero, no volví a hablar con mis padres hasta los 21 años, fui a hablar con ellos por que tuve una mala experiencia casi muero y quería hablar con ellos, en ese momento creí que podría contárselo pero no pude.
-¿Qué pasó?
-Me dispararon unos criminales, por suerte no fue nada grave.
-Yo no veo a mis padres desde que tenía nueve años.
-¿Nueve años?
-Sí, murieron cuando era pequeña, yo me quedé con mi abuela a vivir. Desde entonces tengo sueños extraños por las noches, conversaciones con mi abuela cuando era pequeña.
-¿Recuerdas sobre qué tratan las conversaciones?
-Sí, me habla sobre la mente, los sentimientos...
-Evelyn.
-Dime.
-¿Quieres quedarte a dormir conmigo?
-Vale.
Jacob me da la mano y subimos a su habitación. Entramos y me besa, primero en los labios y luego en el cuello. Coge mi mano y vuelve a besar mis labios. Yo toco su cabello y él se acerca a mi oído.
-No voy a obligarte a hacer nada que tú no quieras.
-Lo sé.
-Te quiero.
-Yo también Jacob.
Miro su rostro, sus brazos, su cuerpo mientras él se quita la camiseta. Se acerca a mí y nos tumbamos en la cama, él me besa de nuevo.
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Corazones dorados
RomanceDicen que los cuentos de hadas son sólo fantasía, que nada es real, pero siempre hay una gota de verdad en medio de una mentira. Dicen que a través de una mirada puedes saber como es la otra persona, una especie de conexión instantánea. Dicen que la...