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...Danza una canción gitana
que reza de pura pena
la joven gitana mora
y le acosan penas viejas
en su zapateo, y llora.
Llora por el sufrimiento
de un amor malo y prohibido.
En el amor de su hermana
su amor ha posado altivo.
El amor que le responde
y su hermana, vuelta en bronce
sin saberse como tales
muerte le da sin bendiciones.
Si ves a una bella gitana
danzando una canción que canta
sobre un amor agridulce,
que se lamenta bailando
hecha pena su alma y llora
es el alma de la gitanilla mora
que está en busca del amor de su hijo
y que por no hallar a su amor amante
su alma anda penando sin cobijo...
Es por ello que escuchas al aire
rompiendo en llanto y gimiendo
en un triste lamento.
Es la voz de la gitanilla mora
que está deshecha y sufriendo
y por no encontrar en la muerte
ni amparo,
ni descanso
en el aire te está contando
su desdichada suerte.
Agradezco, enormemente, el poder habido contar con tu grata compañía en este breve poemario desde el inicio al fin de esta historia en que dos hermanas, han amado a un mismo rey. En la que allí, una vive para ser madre y reina, la otra, ha muerto como plebeya, mientras Tunamé, ese hombre que las dos han amado, solo de su hijo, el príncipe, sabrá estar enamorado.
