La partida del corazón hacia la música de la bondad

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La insensibilidad y malas vibras me devoran el corazón como hienas

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La insensibilidad y malas vibras me devoran el corazón como hienas

desgarrándolo poco a poco... muere

desangrado en las aguas del desconsuelo

y la congoja acelerada golpea mi pecho y se rompe

e intenta escapárseme el corazón por la grieta.

No lo logra... huye por mi boca en forma de un profundo

y triste suspiro... ¿Para qué apresarlo?... Lo libero.


¡Que sea libre por fin y en su huida descanse de tanta crueldad!

¿Quién sabe?, en su libertad tal vez descanse

y vuelva a anidar algún día en mi pecho latiendo en verdad.

y vuelva a anidar algún día en mi pecho latiendo en verdad

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Los nombres de la Poesía - Tomo 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora