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Por mi mente aquel día se repetía una y otra vez en un bucle sin fin que provocaba que me carcomiera la cabeza todos los días y debido a eso fue que mi padre decidió que era buena idea mudarnos de pueblo e ir a vivir con los abuelos a Winchester.

La causa de que mi padre elija que nos vayamos de Castle Combe es porque.... Todo cambio unos días antes de que cumpliera 16 años. Mi madre había desaparecido tras una fuerte avalancha que se desato en el pueblo de Castle Combe, aquel desastre natural de nieve había hecho desaparecer a varias personas ya que quedaron debajo de la nieve o los llevo a otra parte de algún lado del pueblo o fuera. Recuerdo muy bien que minutos antes de que la nieve cayera de una de las montañas, mi madre había salido a hacer las compras al mercado y cuando la nieve empezó a caer ella no pudo volver a casa, la avalancha de nieve no le permitió volver y nadie sabe a dónde pudo llegar o siquiera si aún vive.

Cuando la noticia nos llegó a mi padre y a mí, un gran vacío se había apoderado de ambos y lo primero que atine a hacer fue llorar desconsoladamente mientras oía los gritos desesperados de mi padre pidiendo que la buscaran, que no se quedaran de brazos cruzados y la encontraran porque si había algo que pudiera poner triste a mi padre es que mi madre o yo desaparezcamos...era lo único que lo volvía vulnerable ante los demás.

Habían pasado dos semanas desde la noticia cuando decidimos que era mejor irnos para evitarnos más dolor, aunque la búsqueda de todos los desaparecidos y la de mi madre sigue en pie.

—ya no estoy tan segura de irme— esas palabras salieron sin más de mi boca cuando terminé de subir lo último al caballo mientras observaba la casa en la que viví toda mi vida y que está llena de recuerdos hermosos.

—Sabes que esto es para que podamos comenzar de cero y sin que nos duela tanto lo de tu madre— su respuesta parecía que iba más para el que para mí, después de todo debía ser feo no saber nada del amor de tu vida o como ellos suelen decirse "su otra mitad"—esto es para bien— suspira y termina de subir las cosas al carruaje y se acerca al caballo.

—Sé que esto es para bien pero no sé si quiero despedirme de mi vida aquí en Castle Combe después de todo es mi hogar— subo al carruaje mientras que miro con tristeza la casa.

—tengo tantos recuerdos bonitos aquí con amigos, contigo y con mamá— lo último lo dije en un susurro mientras que mi vista baja a mis manos y no pasan muchos segundos que ya tengo los ojos llenos de lágrimas que están dispuestas a salir, pero trato de contenerme.

—Entiendo eso y al igual que tú también he vivido demasiadas cosas en este pueblo y en esta casa, sobre todo— sube a mi lado y le da la orden al caballo para que empiece a andar.

—¿Si nos irá bien ahí en ese pueblo no? — me atrevo a preguntarle.

—Confío en que será así hija— me responde y me mira con una sonrisa en la cara que al instante se me contagia y le regalo una sonrisa pequeña.

Y es así como emprendimos camino hacia Winchester donde comenzara una nueva etapa para ambos. Al cabo de un rato el camino comenzó a parecerme algo largo ya que, en vez de tomar el camino corto, mi progenitor prefiero tomar el largo por seguridad y como se me estaba haciendo eterno el trayecto decidí pasarme a la parte de atrás del carruaje y acostarme a ver el cielo, no sé en qué momento paso, pero empecé a recordar a mi mama y la cantidad de cosas que hacíamos juntas.

Flashback

Había cosas de mi madre que no conocía o simplemente no comprendía, pero lo que si se es que ella no es una mujer fácil de persuadir y que todo lo que se proponía en el día a día lo conseguía, desde algo tan sencillo como un platillo nuevo de comida hasta algo más elaborado como coser más de 5 vestidos al día para las demás del pueblo y es por eso por lo que ella solía decir que el resultado de las cosas saldrá como queremos si realmente nos esforzamos por conseguir lo que buscamos.

La Nueva DoncellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora