...

82 8 10
                                    

Las cosas no iban a arreglarse así de fácil contrario a lo que creía, y lo notó unos días después.

Todo comenzó con sentir demasiada ansiedad constantemente, lo cuál, de por si, ya era algo habitual en él. No obstante ahora era algo especialmente fastidioso.

Un día amaneció con un dolor de cabeza terrible, lo cuál hizo que decidiera no hablar con los demás por mientras.

No obstante, a lo largo del turno (que, para aumentar el estrés, era de 36 horas), comenzó a notar que sus manos temblaban demasiado, tanto que no podía controlarlo.

Esto no sería problema de no ser porque tenía que asistir una cirugía con el Doctor Tanju, y el tener las manos temblorosas realmente no era de ayuda.

—Ali, ¿Estás bien? —preguntó Acelya unos momentos antes de entrar, pues había notado que Ali miraba mucho sus manos, que si se veían agitadas.

—...si, eso creo —mintió este, aunque no lo hizo bien y Acy lo notó.

—¿De verdad? Puedes pedir un cambio con Nazli, se que esta en descanso ahora así que podría auxiliarte —sugirió esta con aire preocupado.

—...no, no sería justo que interrumpa su descanso. Tiene 36 horas hoy —indicó este en voz baja, evitando ver directamente a Acelya—. Puedo hacerlo, enfermera Acelya.

—está bien Ali, pero si necesitas ayuda me dices. Lo mejor es evitar un regaño del doctor Tanju —sugirió esta.

No era una operación difícil, de hecho, era una de una complejidad baja y que había hecho muchísimas veces antes.

El problema es que comenzó a sentirse muy sofocado, o mejor dicho, claustrofóbico en ese pequeño espacio. Comenzó a sentir que no podía respirar y eso lo hacía sentirse más nervioso.

Sin embargo, fingió que estaba todo en orden y logró completar la cirugía, aunque apresuró a irse porque estaba seguro de que no podría tolerar más contacto físico al menos durante un rato.

Sentía que estaba reprimiendo bastante bien su sentir, aunque aún notaba sus manos temblorosas.

Por eso, decidió ir hacia una pequeña bodega en donde no había nadie, y, estando ahí, se quedó tratando de tranquilizarse aunque no era una crisis de ansiedad como solía tenerlas.

Sentía su corazón muy acelerado como una taquicardia por cafeína y la creciente ansiedad aunque no sabía que era exactamente lo que la estaba detonando.

Ni siquiera había visto al doctor Ferman ese día y en parte lo agradecía un poco. Así podía actuar un poco más relajado.

Aunque como fuera, no tenía idea de que hacer así que, muy a su pesar, tuvo que salir de ahí.

Aún le quedaba más de medio turno, lo que le decía que tenía que buscar algo que hacer para no seguir pensando, aún cuando sus manos seguían temblando mucho.

Bajó al primer piso y se acercó con los demás, quienes charlaban cansados.

—no puedo creerlo, que mala onda —dijo Gülin cruzándose de brazos—. ¿Y luego?

—se fue sin decir más. Ni siquiera un gracias —respondió Demir.

—bueno, al menos no te metió en un lío. He visto pacientes tan considerados que te dicen casi de lo que te vas a morir —le contestó Doruk con calma—. Hola chapulín, ¿Qué buenas nuevas traes?

—justo venía a preguntar si hay algún nuevo caso —respondió este con calma, tratando de verlo a los ojos aunque sin ningún éxito.

—no, hoy la guardia está muy...

Daddy Issues  (AlFer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora