veintitrés

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Victoria y yo estamos nuevamente acostados en la alfombra del living cuando cae la tarde. La lluvia no para, y todo se siente exactamente igual que la última noche que estuvimos juntos. Las olas rompen con brutalidad y las palmeras revolotean sus hojas de aquí a allá a causa del viento

Ambos mantenemos nuestra mirada fija en el ventanal gigante de su casa, pero admito que a veces mis ojos no pueden resistirse y la miran de reojo

Quizás para asegurarme que esto es real, que ella es real

Que ese choque de miradas involuntario y que nuestros dedos sigan entrelazados, no sea más que una prueba de que este amor es real

Siento que, tal vez, esto es un pequeño regalo del pasado, que nos permite volver a vivir esa primera noche que nos conocimos. Algo así como cuando repetimos la mejor escena de nuestra película favorita

Aún así, trato de guardarme todo en la retina, como si este momento fuera dolorosamente efímero. Y cada segundo estoy más convencido que de todas las maneras de amar que existen en el mundo, esta es mi favorita

Como si esto, como si ella, se me fuera a escapar de las manos

Así que amo estos minutos, estos segundos, como si no hubiera un mañana

La amo, a ella, como si no hubiera un mañana

-Voy a contarle un secreto, no tan secreto- dice y yo largo una risa

-¿Un secreto no tan secreto?- repito y ella asiente- ¿Cómo es eso?

-Algo que nunca le dije, pero que quizás ya sabe- responde y giro mi cuerpo para estar frente a Vic

Pongo un mechón de cabello por detrás de su oreja y me sonríe

-La escucho

-¿Recuerda cuando me defendió de Blas?

Asiento con desgana, porque quisiera no recordar aquella escena

-Bueno...esa fue la primera vez, en mucho tiempo, que me había sentido segura con una persona- continúa

Percibo los latidos de mi corazón pausarse por una fracción de segundo, y una sensación de querer tomarla en mis brazos y abrazarla fuerte domina mi cuerpo por completo

Así que lo hago, y su risa bajita suena cerca de mi oído

Queda sentada en mis muslos, recostando el peso de su torso en el mío. Sus manos suaves vuelven a acariciarme la nuca, y a diferencia de tantas veces, ahora se encuentran tibias. Sin ningún tipo de timidez, poso mis manos en su cintura y escondo mi rostro en su cuello, deseoso de volver a oler el perfume tan distintivo que carga con ella

Inhalo y sé que no necesito más

-Siempre sentí esa necesidad de alejarme de todos por miedo, pero con usted fue diferente- susurra- Cuando lo conocí, sentí que tenía un pedacito de mi hogar dentro suyo, como un refugio de todo lo malo

Quiero decirle que haberla encontrado se sintió exactamente igual, pero como un secreto no tan secreto, soy consciente de que lo sabe

Alaska se incorpora y sus faros celestes se achinan lentamente al sonreír

-Gracias por haberme cuidado- agradece y sonrío- Y por buscarme tanto tiempo, y por entenderme, y por ser tan lindo...

Me acerco a su boca lentamente e interrumpo sus palabras con un beso pausado; Que al principio empieza con un sutil rastro en sus comisuras, pero que termina en uno complemente efusivo

-¿Podemos confirmar que soy la envidia del momento, no?- bromea y río, robandole otro beso

Vuelve a sonreírme cuando éste termina, pero se queda justo en su lugar y apoya su frente contra la mía. Acuno sus mejillas en mis manos y cierra sus ojos, disfrutando del tacto

-¿Quiere que le cuente un secreto?- pregunto aún con los ojos cerrados

-¿Éste no es no tan secreto?

-No- niego en una risa

-Soy toda oídos

-Le escribí una canción, y no se la he mostrado a nadie aún

Sus ojos se abren y puedo notar que brillan más de lo normal

-¿Saturno?- pregunta

-Otra

-¿Mil Tormentas?

-Otra

Las comisuras de sus labios se elevan lentamente y no me contengo en robarle otro beso corto

-¿Puedo escucharla?

-No está terminada- aclaro y levanta sus hombros

-¿Qué le falta?

-Parte de la letra, la melodía

-Cante lo que tenga- pide

-¿Tiene la guitarra?- pregunto y niega haciendo puchero

-Se quedó en la casa de mis padres, lo siento- se disculpa y acaricio su hombro derecho

-Está bien, de hecho, creo que iría mejor con un piano

-¿Una balada?- cuestiona y asiento

Entonces sonríe y se levanta de mis piernas, estirando su mano hacia mí

-¿Me concede esta pieza, principito?

La observo incrédulo por unos segundos y me echo a reír

-No tiene melodía, Alaska- respondo y vuelve a levantar sus hombros

-¿Y para que está la mente? Imaginemosla- excusa y tomo su mano

-Pero...

-Shh, usted solo cante la canción

-Su canción- corrijo y sonríe, recostando su cabeza en mi pecho

-Mi canción- coincide

Llevo mis manos a su cintura, abrazándola, y las suyas se encaminan a mi pecho, justo al lado de la cabeza y en el sitio donde está mi corazón

Y entonces nos empezamos a balancear, en silencio

Y un piano se entromete en mis pensamientos

-Pienso y recuerdo tu mano en mi espalda, en cada movimiento. Que no voy a volver a encontrar algo como lo nuestro...

Canto en un volumen bajo, que no llega a ser un susurro, como si la letra fuera un secreto sólo de los dos

Sólo pido que mi corazón se regrese a su pecho
Aceptar que el tiempo contigo se fue y ya no está
Nada es igual, no sé si corro contigo o detrás
O si en la vida te vuelva a cruzar 

Acaricio su espalda con mis dedos y la siento suspirar

Me duele que siempre te vas a escapar sin mirar atrás
Me dejas pensando que no volverás
Le ruego a la vida por un día más
Una noche más el cielo mirar

Ni siquiera abro los ojos cuando la letra termina, pero incluso así, seguimos bailando a la par

-Me encantó- susurra- Pero se equivocó en una cosa

-¿En qué?

-No voy a volver a irme, jamás

.

.

.

para Milans7 , por mandarme ese pedacito de la canción y pensar en esta historia, pero sobre todo por ser una amiga de oro. tkm rulitos <3

Victoria - Juan Pablo Villamil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora