Llego al hospital con las emociones a flor de piel, con la respiración agitada y los pies doloridos de caminar rápido y sin descanso. Leo el mensaje de Laura una y otra vez, tratando de ubicarlas a ella y a mi sobrina, pero el lugar tiene tantas puertas y pasillos que me siento perdido en el medio de un laberinto
Logro verlas al final de un pasillo; Laura con Maite sentada en sus piernas. La primera con el maquillaje un poco corrido y con su espalda totalmente estirada en la silla azul
Maite es la primera en verme cuando me acerco y se baja de las piernas de su madre para saludarme. No sonríe como siempre, pero cuando me agacho para abrazarla, su agarre es igual o más fuerte que de costumbre
Cuando me separo, tomo su rostro entre mis manos y veo un pequeño pedazo de gasa tapando una herida arriba de su ceja
Me sonríe levemente y dejo un beso en su mejilla
-Lo siento- le susurro
-Estoy bien- responde ella levantando sus hombros
Observo a Laura, que nos mira desde la silla, y me acerco a ella. Le doy un abrazo, y a los dos segundos, la siento llorar en mi hombro
-¿Qué pasó?
-Entró preguntando por Margarita, dijo que nosotros sabíamos donde estaba y que la estábamos ocultando de ella- explica- Tiró las cosas al suelo, gritó tan fuerte, Juan
Sacude su cabeza como si rememorar ese momento doliera, y acaricio su espalda
-Estaba descontrolada, empujó a Maite al piso y ahí fue cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Se quiso escapar pero la encerré en el baño y llamé a la policía
-¿Te hizo daño?
-No, a mi no- contesta- Cuando llegaron les empezó a confesar todo, y luego se desvaneció
-¿Dónde está ahora?
-Está en la sala nueve
Solo a unas puertas de la sala que se encuentra frente a nosotros. Lo justo y necesario para ver a dos policías frente a la puerta
Veo la mirada preocupada de Maite por detrás de la espalda de mi hermana y el pecho se me llena de angustia
-Tendria que haberme quedado- digo
-No diga bobadas, Juan- responde- ¿Cómo le fue?
-Hablé con sus papás- contesto y nos separamos del abrazo
Limpio sus mejillas mojadas a causa de las lágrimas y me regala una sonrisa breve
-Margarita era la tía de Alaska
Su sonrisa se borra por completo, y se transforma en una mueca a medida que le voy contando todo lo sucedido
Luego pongo la mochila en mi falda y busco la foto que me dio Luisa
-Ella es Alaska- digo y les muestro la foto a ambas
-Es hermosa- comenta Laura, acariciando mi hombro
-¿Es su novia?- pregunta Maite con sorpresa
Largo una pequeña risa y siento mi rostro arder
-No, no lo es
-Mmh, que mal- responde la de rulos
-¿Qué tiene escrito aquí?- cuestiona Lau, mostrándome el otro lado de la imágen
-La dirección en dónde está- digo y sus ojos se abren con sorpresa
-¿Cuándo va a ir?
-Cuando vuelva todo a la normalidad
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Victoria - Juan Pablo Villamil
FanfictionTodos guardamos algo en un cajón Todos buscamos algo en qué creer (segunda temporada de Alaska)