CAUSA JUSTA

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POV PANSY

La pelinegra se ausentó durante unas horas en una de las habitaciones vacías de la mansión. Todo el asunto de la niña, sus poderes, y su sangre la llevaban con la cabeza loca.

Tan solo acompañada de un raído colchón que yacía tumbado en el medio del cuarto, y unas cuantas estanterías vacías, Pansy andaba de un lado a otro sin cesar. La situación se le estaba empezando a comer, y la ansiedad iba creciendo poco a poco recorriendo con rapidez por su delgado cuerpo.

¡Por Merlín! ¡no tenía ni idea de qué iba a hacer a continuación! Su madre estaba débil, cómo si quiera plantearse en ponerla a luchar o proteger la fortaleza, el niño no estaba en condiciones de atacar a nadie, ya que ni siquiera sabía los hechizos más importantes de defensa... y para más inri habían pasado de proteger a Potter y a los mestizos de todo un mundo, a que ahora todo girara en torno a una niña, que llevaba su sangre y posiblemente la de el asesino más poderoso de todos los tiempos.

De repente, una puerta se abrió dejando entrever una cabecita pequeña seguida de una cabellera rubia.

–Pansy, tengo algo de hambre... ¿Puedo comer algo?- Preguntó la infante con una voz tímida.

–Tres, no es el momento... Sal fuera- Pidió con toda la paciencia que pudo reunir en aquel momento.

–¡Pero tengo mucha hambre!- Se quejó la pequeña. –Hermione dijo que comeríamos algo y no hacen más que discutir ahí abajo con el resto, ¡Quiero comer!- Insistió cruzándose de brazos indignada.

–Tres.. estás agotando mi paciencia, si tienes hambre te aguantas, tienen cosas más importantes que hacer en estos instantes, créeme que darte ahora mismo algo de comer, no es una prioridad, no te vas a morir por esperar unas horas más– Contestó la slytherin esto último apretando los dientes.

–¡QUIERO COMER!– Rugió enfadada.

–¡TE HE DICHO QUE NO ES EL MOMENTO CABEZA DE CERNÍCALO!- Zanjó la serpiente gritando perdiendo finalmente los estribos. La niña en un primer momento al escuchar a la pelinegra, se asustó por semejante grito gutural proveniente de la bruja, pero su reacción no tardó en esperar. Con un berrinche digno de una gárgola, la pequeña estiró su mano hacia la morena flexionando levemente sus dedos con fuerza.

Pansy sin poder evitarlo, se elevó varios metros del suelo y observó con pavor cómo la menor usaba la otra mano libre y comenzaba a mover también los dedos en el aire. A continuación la pelinegra, comenzó a experimentar como una ligera sensación de asfixia. Sin llegar a ser angustiante, pero si lo suficiente molesta para empezar a inquietarse.

–¡TRES!, ¿Se puede saber qué narices haces?, ¿Has perdido el poco juicio que tenías?, ¡Bájame al maldito suelo, YA!- Ordenó la Slytherin pataleando en el aire como un pequeño animal indefenso.

–¿Ahora quién es la cabeza de cersicalo, eh?- Replicó con desdén sin hacer caso a las órdenes de la bruja.

–¿Pero es que no te das cuenta que ni siquiera eres capaz de repetirlo?, no te lo vuelvo a repetir,¡BÁJAME AL MALDITO SUELO!- Gritó fuera de sí esta vez sacando su varita del bolsillo trasero del pantalón.

–¡Wingardium Leviosa- Dijo solemne.

La pequeña dio un pequeño grito de sorpresa al notar que empezaba a levitar también varios metros del suelo, alcanzando a la mayor en toda su totalidad.

–Ahora, ¿quién es el cernícalo, maldito duendecillo de cornualles?-Inquirió esta vez con malicia al ver que la pequeña miraba asustada hacia los lados sin saber muy bien que hacer a continuación.

ESTIRÉ LA CUERDA. PANSMIONE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora