TE LEVANTAS SIEMPRE

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POV PANSY

-¿Desde cuándo puedes escucharla? Tres, es que no lo entiendo...¡Rayos! ¿Porque no me dijiste que podías conectarte de alguna manera con ella?- Preguntó la slytherin dando vueltas inquieta por la habitación prácticamente vacía.

La pequeña no contestó. Apretó los labios para no darle el gusto de que la viera llorar y bajó la cabeza avergonzada ante la mirada acusadora de la serpiente. La niña no quería meter la pata y tenía la sensación de que cada vez que hacía algo, acababan peor de lo que estaban.

-¡Por Merlín!, ¡Si no me cuentas las cosas nos pones en peligro, a ti, a mi y a todos los que tienes alrededor!, ¿Es que no te das cuenta?-Volvió a regañarle sin dejar de dar vueltas como una loca pensando en cuál sería el próximo movimiento que realizarian para ponerse a salvo.

-No quería ser más rara de lo que ya soy, se que no te caigo bien y si te contaba esto sabía que te ibas a enfadar... Sólo me ha pasado una vez más.. Lo siento, tenía miedo de que me devolvieras con ellos-Dijo con la voz apagada sin ser capaz de levantar la vista todavía del suelo.

Pans dejó de dar vueltas durante unos instantes y frenó en seco observando a la menor que seguía con la cabeza agachada agarrándose las manos con nerviosismo.

-No eres rara... además que no es nada malo, ser rara quiero decir... Tres, si tu no fueras diferente no nos habíamos conocido- Dijo la slytherin sintiéndose culpable al escuchar la breve explicación de la pequeña.

Tres levantó la cabeza lentamente y la observó con curiosidad.

-Vale que somos diferentes, que a veces me pones de los malditos nervios porque no te entiendo, no sabemos nada de tí y eso me asusta, mucho- Encima ahora me dices que estás conectada de alguna manera a mi novia sin yo tener ninguna respuesta o explicación a esto... pero ¡Gárgolas galopantes! Somos familia Tres, aunque no me guste decirlo en voz alta... Me cuesta mucho decirte, que conocerte, encontrarme contigo... me ha cambiado la vida, y todavía me cuesta más reconocer que me la ha cambiado para bien. Que yo siempre había estado sola como tu, no había tenido a nadie y pensaba que iba a quedarme así para siempre, pero de repente apareció Hermione, apareciste tu... ¡Jesús!, no me dejes continuar por favor, está siendo todo muy patético y embarazoso- Explicó avergonzada y nerviosa a partes iguales, ya que la pequeña la seguía observando sin decir nada.

La pequeña comenzó a esbozar una pequeña sonrisa, hasta que poco a poco se fué haciendo más grande y amable contagiando también a la más mayor.

-¿Crees que podrás abrir la puerta enana?- pregunto obviando lo que había dicho segundos antes pero con un claro mejor humor.

Tres nego con la cabeza entristecida y volvió a juguetear con sus dedos nerviosa.

-¡Eh, no te preocupes!, no pasa nada... No tengas miedo, saldremos de aquí ya lo veras, solo déjame pensar en algo... ¿Sigues sintiendo a Hermione?-Pregunto la pelinegra esperanzada.

-Si... Ahora no la oigo pensar pero noto que está muy triste y asustada..- Contestó con temor al experimentar las emociones de la leona.

Unas voces al otro lado de la puerta comenzaron a resonar al otro lado, asustado más si cabe a Tres que miraba asustada a los lados de la habitación intentando buscar una vía de escape.

-Intenta contactar con Hermione, yo me encargo del resto...- Ordenó la slytherin colocándose detrás de la puerta esperando a que alguno de los enmascarados entrara e hiciera acto de presencia.

POV DRACO.

Un tiempo después de que los mortifagos desaparecieran de la mansión de la familia Parkinson, los jóvenes seguían exactamente igual. Hermione se había ido abatida al sofá. Ginny había ido detrás de ella para intentar animarla y el rubio se encontraba con Harry, Ron y el pequeño Terry discutiendo en el vestíbulo sin llegar a ningún punto en concreto.

ESTIRÉ LA CUERDA. PANSMIONE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora